Maullidos Urbanos ¿Está un neomaximato a la vista?
Gato de Barrio /
El maximato fue una etapa histórica en México, de 1928 hasta 1934, cuando Plutarco Elías Calles mantuvo el control político nacional sobre los entonces presidentes Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L, Rodríguez, hasta que Lázaro Cárdenas asumió realmente el poder y expulsó del país al entonces llamado “Jefe Máximo de la Revolución”.
Ahora, desde antes de iniciar el sexenio de Claudia Sheinbaum, se especulaba si el expresidente Andrés Manuel López Obrador intentaría establecer un neomaximato, es decir mantener el dominio de la política nacional a pesar de mantenerse supuestamente “retirado” en su rancho en Palenque, Chiapas, y sin participaciones públicas ni en redes sociales.
Sin embargo, existen detalles que dan señales de que silenciosamente el político tabasqueño aún mantiene el control tanto sobre Sheinbaum Pardo como en gran parte de los políticos seguidores de la autollamada cuarta transformación, incrustados tanto en el gabinete federal como en las cámaras de Diputados y senadores y en el Poder Judicial.
Recuérdese que cuando era presidenta electa accedió a estar con López Obrador en sus giras de trabajo, más como compañía que como actividad política propia, incluso en sus conferencias mañaneras aún lo nombra como “presidente”, además de mantenerse como férrea defensora de sus políticas sociales y políticas, permitiéndose apenas mínimas variaciones.
Pero el punto más relevante fue la ratificación de Rosario Piedra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuando la presidenta apoyaba a Nashieli Ramírez Hernández, incluso tenia el apoyo de los senadores de oposición, pero Adán Augusto López, coordinador de la fracción legislativa de Morena, manipuló lo necesario en contra de la decisión de Sheinbaum.
Interrogada sobre este punto en su conferencia del miércoles se mostró parca y sin expresar reconocimiento alguno, minimizó la reelección. Pero al día siguiente se explayó más. Rechazó que López Obrador haya ordenado la ratificación de Piedra Ibarra y cuestionó de dónde salió la información, cuando los hechos resultan ser más que evidentes. Incluso, reiteró que el expresidente ya se retiró de la política y está dedicado a escribir un nuevo libro.
El problema para la presidenta es está rodeada de fieles seguidores de López Obrador. Tan solo en sesiones legislativas tanto diputados federales como senadores le dedicaron las mañanitas por su cumpleaños, como muestra de que su presencia es más que un recuerdo.
A Sheinbaum le urge dar señales de poder interno, dar un golpe de mando inequívoco. De lo contrario se confirmará que ya opera un neomaximato desde Palenque, Chiapas.