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ALEBRIJES EN CUADRATINES: Propuesta para la CDMX

Alebrijes en cuadratines

Propuesta para la CdMX

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

La asamblea constituyente, para discutir y aprobar la Constitución de la Ciudad de México, ya quedó instalada y ahora debe trabajar para concluir sus trabajos a más tardar el próximo 31 de enero, aunque para no variar los integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pusieron la nota discordante al querer, como siempre, imponer sus condiciones.

            Recuérdese que cuando se instaló la actual Legislatura capitalina, quiso apropiarse de las comisiones de trabajo más importantes, al argumentar que tenía la mayoría de diputados, pero era simplemente la primera minoría por lo que la suma de las otras conformó la gran mayoría, la cual fue quien negoció la definición de responsabilidades pero al participar Morena se quedó fuera del reparto.

            Ahora pretendió imponer al presidente de la mesa directiva, pero nuevamente fracasó en sus intenciones. Ojalá y que en los trabajos de análisis y debate no empiecen a desarrollar acciones que obstaculicen el desarrollo de los trabajos de los constituyentes.

            Ya en cuestión de las propuestas resultará interesante conocer cuáles serán y, de alguna forma, comparar el resultado final con la Constitución General de la República que el próximo 5 de febrero cumplirá su primer centenario de haber sido divulgada.

            Porque son muchos los temas que proyectan incluirse, desde los matrimonios igualitarios hasta reconocer el ambulantaje, sin omitir temas de movilidad. En lo personal, desde hace tiempo había propuesto que a la ciudad de México se le otorgara un nuevo nombre, a fin de distinguirla del país y del Estado de México, a fin de que tuviera una nueva y particular identidad. Incluso sugería el nombre de Ciudad Lázaro Cárdenas.

            Considero quede plantearse ese nombre, sin necesidad de alcanzar la unanimidad, sí podría ser aceptado por la mayoría de los constituyentes. Ahora, otra propuesta que, considero debe ser discutida desde la asamblea constituyente sería establecer un himno para el que será el estado 32 de la República Mexicana.

            Expreso la idea de establecer, es decir no convocar a un concurso para escribir la letra y música de una pieza artística que refleje como un himno lo que debería ser la Ciudad de México o del nombre que finalmente se apruebe; no, la propuesta sería establecer una canción que ya fue escrita y popular desde hace décadas y sin duda es del agrado de gran parte de los habitantes de esa entidad.

            Me refiero a la canción Mi Ciudad, cuyo autor es el ya fallecido Guadalupe Trigo, cuyo nombre real fue José Alfonso Ontiveros Carrillo, nacido en Mérida, Yucatán, el 28 de junio de 1941, y falleció en Acapulco, Guerrero, el 18 de marzo de 1982.

            Él fue un guitarrista, cantante, actor y compositor cuya obra se vinculó al movimiento de la nueva canción latinoamericana. En 1972, su encuentro con el guitarrista y compositor Roque Carbajo creó el sonido Trigo, basado en el trabajo guitarrístico. Desde esa colaboración surgieron las producciones Poetas y lugares, donde se rindió homenaje a poetas como Pablo Neruda y Nicolás Guillén, así como a lugares emblemáticos y románticos de su nativo México.

            Nadie puede discutir que Mi Ciudad ha sido entonado como un himno no oficial de lo que fue el Distrito Federal y ahora es la Ciudad de México, de tal forma que en todo el mundo se interpreta y se reconocen al Cielito Lindo y al Huapango de Moncayo como canciones que identifican a nuestro país, incluso para muchos es un segundo himno nacional no oficial.

            Y es que actualmente un himno oficial ya no necesariamente debe ser una marcha militar, un exhorto a la guerra, una letra demasiado elevada que no se entienda su significado o sea malinterpretada, como sucede actualmente con el Himno Nacional donde se toma a relajo la frase “más si osare”, incluso hasta como nombre para recién nacidos.

            Debe recordarse que se han manifestado varias propuestas para cambiar su letra por uno que resulte menos agresivo o bélico, porque cuando Francisco González Bocanegra la escribió las situaciones de enfrentamiento resultaban comunes, ya fuera en contra de otras naciones o como revueltas sociales internas, lo cual ya no sucede. La última ocasión en que México participó en una guerra fue en la Segunda Guerra Mundial con el Escuadrón Aéreo 201.

            Esta es una propuesta de alguien nacido en el antiguo Distrito Federal, quien pasó gran parte de la vida conociéndolo, recorriéndolo, amándolo, y que ahora con su transformación en la Ciudad de México espera que tenga lo mejor para que sea una gran urbe, que si bien enfrenta problemas tenga la suficiente capacidad para enfrentarlos y resolverlos.

            SI esta propuesta de himno es aceptada o cualquiera otra, más allá de lo que dictaminen los constituyentes capitalinos y sin el afán de crear polémica, debería ser sometida a una consulta popular para conocer el punto de visto de sus habitantes ‑sean o no nacidos ahí, ya que muchas personas también reconocen a la Ciudad de México como un sitio particular‑ porque finalmente serán ellos quienes deberán de sentir y vibrar en cuerpo y alma al momento de cantarlo.

            Ojalá y los constituyentes analicen esta propuesta antes de implantar como himno una pieza musical ajena a las personas, que no diga nada o les represente muy poco.

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