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SUSPIRANTES PRESIDENCIALES: Alebrijes en Cuadratines

Alebrijes en Cuadratines
Suspirantes presidenciales
Adrián Chavarría Espinosa
ache57@yahoo.com.mx
Conforme pasa el tiempo se calientan más los ánimos al interior de los partidos políticos para definir quiénes serán sus abanderados para las elecciones presidenciales del próximo año, aunque por el momento el único candidato firme es Andrés Manuel López Obrador.
En el caso del PRD en su interior se debate acerca de su posible participación en un Frente Amplio Democrático donde se cuestiona si debe integrarse o no el PAN, sobre si el candidato debe ser ciudadano o miembro de algún partido y cómo debe ser el proceso a desarrollar para su designación.
Aunque algunos pueden menospreciar a los partidos pequeños, debe tenerse presente que en caso de un proceso electoral cerrado, sus presuntamente pocos puntos porcentuales podrían servir para definir a un ganador sobre el resto de los adversarios, razón por la cual analizan si participan en alguna coalición o se deciden a impulsar a un candidato propio.
Al interior del PAN mientras crece la confrontación entre Margarita Zavala, aspirante con amplias posibilidades, y Ricardo Anaya, líder nacional del partido quien se mantiene firme en no dejar la dirigencia blanquiazul para desde ese puesto promoverse como aspirante y, en un acto de magnanimidad, ha decidido compartir los spots promocionales con otros posibles candidatos como son Luis Ernesto Derbez, el senador Juan Carlos Romero Hicks y el exgobernador de Baja California Ernesto Ruffo Appel.
Donde todavía no se ve claro y es por la institucionalidad de quienes desean la candidatura es en el PRI, máxime que ahora ya se podrá postular a un no militante, con lo cual se abre la baraja para considerar a otros políticos.
En este caso son varios los integrantes del gabinete mencionados como aspirantes aunque en distinto orden, entre ellos José Antonio Meade Kuribreña, Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño Mayer, José Narro Robles, hasta el autodescartado Luis Videgaray, pero el único gobernador al cual se le había incluido es al mexiquense Eruviel Ávila Villegas.
Debe recordarse que en el siglo pasado para ser considerado como presidenciable en el PRI, era condición básica ser miembro del gabinete federal, hasta Vicente Fox primer exgobernador en ser titular del Poder Ejecutivo, lo cual se repitió con Enrique Peña Nieto.
En el caso de los presuntos aspirantes priistas a quien se debe dar por eliminado es precisamente a Ávila Villegas, cuya administración sexenal al frente del Estado de México concluye el próximo 15 de septiembre, por varias razones todas ellas desfavorables.
Entre ellas que así como a los regentes, ahora jefes de gobierno de la Ciudad de México, se les ha considerado como precandidatos presidenciales naturales, desde Alfredo del Mazo González, los mandatarios mexiquenses también han buscado estar en esa clasificación.
Si bien Mario Ramón Beteta fue castigado por Carlos Salinas de Gortari por haber perdido en la entidad en las elecciones presidenciales, con Emilio Chuayffet sus aspiraciones crecieron cuando dejó la entidad mexiquense para ocupar la titularidad de la Secretaría de Gobernación, pero tras su una serie de problemas políticos debió renunciar y quedó fuera del panorama político por un tiempo.
Con Arturo Montiel aunque intentó ser nominado fue superado por Roberto Madrazo, político que a pesar de su experiencia política, tuvo que resignarse con el tercer lugar electoral en el 2006. Finalmente Peña Nieto logró llegar a la presidencia.
Ahora Eruviel Ávila tiene varios factores en contra como el que la ciudadanía reprobó su gestión, lo cual se manifestó con un apretado triunfo de Alfredo del Mazo Maza, el cual podría considerarse como de panzazo, es más en Ecatepec, su municipio natal, fue derrotado ampliamente por Delfina Gómez, candidata de Morena. Entonces si ni siquiera logró ganar en su municipio, resultará mucho más difícil que lo haga a nivel nacional.
Otros argumentos: no logró consolidar un equipo de trabajo estable para desarrollar sus programas y acciones; tampoco logro proyectar a un elemento cercano para figurar como precandidato a la gubernatura mexiquense; es más, en lo personal no logró perfilarse como un político de relevancia nacional, apenas regional.
Entonces, a pesar de que él levante la mano y demande que no lo descarten de la baraja priista, la verdad es que no tiene ni el tamaño ni la capacidad real para aspirar a ser candidato presidencial, a lo sumo podría ser considerado como prospecto para diputado federal o senador, pero tendría que desarrollar una excelente campaña para asegurar su victoria y no volver a tener el voto en contra.
En fin, faltan varias semanas para que al interior del PRI se defina quién será el abanderado tricolor y, ahora sí, ver cómo se integra todo el panorama electoral donde los partidos ya habrán definido a sus candidatos y conocer sus cuáles son sus reales opciones de triunfo.

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