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Alebrijes en cuadratines: MÁS ALLÁ DEL MUNDIAL  

Nuestro amigo Adrián Chavarría en esta entrega hace un recuento de algunas situaciones, en especial marcadores que son memorables en los mundiales de fútbol, y también menciona los retos que el futuro le plantea a los equipos representativos de aquellos países que siempre han sido potencias en este deporte, y que ahora se han quedado con la frustración, en especial el que fue anfitrión: Brasil.

Además de periodista de información general, Adrián es un apasionado de los deportes.

 

MÁS ALLÁ DEL MUNDIAL

Adrián Chavarría Espinosa

A pesar de que diversos eventos en especial los deportivos afirmen tener la mayor audiencia a nivel global, como podrían ser el Juego de Super Bowl en el futbol americano ‑con todo y su espectáculo de medio tiempo, que se celebra en un día‑, o en otros como la presunta Serie Mundial de Béisbol que por mucho y cuando es muy disputada puede extenderse hasta el séptimo juego –pero donde sólo participan equipos de Estados Unidos y Canadá‑‑, o los Juegos Olímpicos de Verano donde sólo ciertas competencias son las que llaman la atención, sin discusión es la Copa del Mundo es la que atrae la mayor atención de la inmensa mayoría de los habitantes del planeta.

No dudo de que así como existen fanáticos que buscan conocer hasta el último detalle de todo lo que sucede en la Copa que está a punto de concluir en Brasil, también habrá personas que voluntariamente desean permanecer al margen de esta competencia, lo cual es su gusto y debe ser muy respetable.

Ya en el tema deportivo y sin demeritar a quien resultó ganador de la final entre Alemania y Argentina, la realidad es que todo lo ya sucedido en esa nación sudamericana dará de qué hablar, discutir, analizar y/o polemizar por lo menos de aquí a cuatro años, cuando se desarrolle el siguiente mundial, cuya sede será Rusia.

Uno de los principal puntos es lo que se podrían llamar los traumas futboleros de Brasil, ya que a pesar de ser el máximo ganador de Copas del Mundo con cinco títulos, así como nación origen de muchos y muy destacados jugadores, nunca ha podido ganar la medalla de oro en Juegos Olímpicos, siendo su más reciente fracaso precisamente frente México.

Otro ha sido el llamado Maracanazo, juego realizado el 16 de julio de 1950 en el Estadio Maracaná en Rio de Janeiro, frente a casi unos 174 mil espectadores, la mayor cantidad de espectadores jamás reunida para presenciar un partido, pero cuyo resultado final favoreció a Uruguay por 2-1, con lo cual los cariocas no se coronaron ante en su país y ante su público.

Ahora ya existe un trauma mayor con el llamado Mineirazo, consistente en la goleada de 7-1 que le impuso Alemania en semifinales del torneo desarrollado en su país. (Por cierto, también en el mundial de 1950 se registró un marcador similar, pero a favor de Brasil sobre Suecia).

Aquí son varios los puntos por revisar, como el hecho desmentir que todo estaba arreglado para ser campeón en su propio país, como se rumoraba. Lo peor no fue eso, sino que recibió la mayor goliza en su historia siendo, además, uno de los 18 partidos mundialistas que se han definido por una diferencia de seis o más goles, donde la mayor marca se registró el 15 de junio de 1982, cuando Hungría gano 10-1 a El Salvador.

(México aparece en esa lista, cuando fue goleado 6-0 precisamente por Alemania, el 6 de junio de 1978, así que tampoco tenemos mucho de qué burlarnos).

De igual forma, con esa victoria alemana el jugador germano Miroslav Klose anotó en dos ocasiones para sumar 16 tantos en estas copas, para convertirse en el máximo goleador histórico al superar al brasileño Ronaldo, quien totaliza 15.

Existe la posibilidad de aumentar esa cifra, si es que en la final del domingo apoya a su equipo con más goles para conquistar su cuarto campeonato mundial.

Así es el deporte y se debe tener la cabeza fría, sin apasionamientos, para evaluar los puntos a favor y en contra de cada uno de los equipos. Para México significó volverse a quedar en el cuarto juego y ubicarse en el décimo sitio de la tabla final.

Ahora dependerá de las autoridades futbolísticas mexicanas trabajar para que en cuatro años se llegue, por lo menos a los cuartos de final y soñar con ser finalistas.

Para Brasil la oportunidad para superar uno de sus traumas será dentro de dos años, cuando se desarrollen los Juegos Olímpicos en ese país y ver si ahora logran la medalla de oro en el futbol; en el caso de aspirar a coronarse en un Mundial, en su país y ante su gente, va ser más difícil ya que se calcula deberá pasar aproximadamente medio siglo –en esta ocasión fueron 64 años‑, para volver a ser sede de otro campeonato.

Para comentarios ache57@yahoo.com.mx

 

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