COINCIDEN MALA NUTRICIÓN Y OBESIDAD EN INFANTES CON LEUCEMIA
- Las cifras son cada vez más alentadoras para este tipo de cáncer; en Toluca se reporta 16 por ciento de mortalidad y 13 por ciento de recaída del menor de edad.
La mala nutrición y la obesidad son algunos de los estados que presentan infantes diagnosticados con leucemia aguda linfoblástica, que de no atenderse con oportunidad provoca la muerte del paciente, afirmó en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México, Norma Araceli López Facundo.
Ante estudiantes universitarios, docentes e investigadores, la especialista aseveró que como resultado de los avances médicos y tecnológicos, los tratamientos son menos agresivos para los infantes.
“Las cifras son cada vez más alentadoras para este tipo de cáncer; en Toluca se reporta 16 por ciento de mortalidad y 13 por ciento de recaída del menor de edad”, manifestó la experta del Instituto Materno Infantil del Estado de México.
La leucemia aguda linfoblástica, destacó, es el cáncer más común en la población con entre cinco y 15 años, lo cual requiere de un equipo multidisciplinario que permita conocer las condiciones en que esta enfermedad detona en el organismo de los niños.
Durante la reciente década, indicó, en el Estado de México se ha logrado incrementar la sobrevida de 20 a 75 por ciento; además, dijo, el abandono del tratamiento y no llevar a tiempo a los niños a una revisión médica es la razón por la cual los infantes no logran sobrevivir el primer mes.
Lo anterior, consideró, como consecuencia de factores socioeconómicos, pero también culturales; así que la principal medida de prevención son campañas de comunicación mediante las cuales se informe a los padres de familia sobre la importancia de atender a los niños con especialistas médicos, ante la aparición de algún síntoma que impida al infante realizar sus actividades cotidianas.
Tras referir que la edad de mayor incidencia de la leucemia aguda linfoblástica es a los cuatro años, la pediatra e investigadora señaló que de acuerdo con cifras obtenidas por la institución de salud mexiquense, la recaída del paciente después del tratamiento es de hasta 40 por ciento, como resultado de complicaciones infecciosas y hemorragias craneanas.