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Maullidos Urbanos: Buscan hacer quedar mal al Ejército

Gato de Barrio

gato_de_barrio@yahoo.com.mx

La verdad no se puede entender la forma de actuar de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ya que resulta incomprensible que haya iniciado una queja de oficio para investigar las posibles omisiones en que pudieron incurrir autoridades federales, locales y municipales para controlar la fuga de combustible en Tlahuelilpan, Hidalgo, y que provocó una explosión con un saldo ya más de 90 muertos y en ella se incluyan a los militares.

            En su conferencia matutina de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que como parte de esa queja de oficio, “ya se recibió una demanda en contra de la Secretaría de la Defensa por parte de la CNDH, acusando al Ejército de inacción en el caso de Hidalgo”, a lo cual afirmó que “claro que se va a responder. Se les va a entregar toda la información el día de hoy”, dijo.

            En su comunicado la CNDH señaló que “sin prejuzgar sobre posibles responsabilidades y reconociendo la necesidad y trascendencia de las acciones que lleva a cabo el Gobierno Federal contra la sustracción ilegal de combustible en los ductos de Pemex, este Organismo Nacional, con base en sus atribuciones legales, inició de oficio un expediente de queja para investigar las posibles omisiones que, en su caso, se hubiesen presentado en la actuación de servidores públicos, federales, locales y municipales, para controlar la fuga que presentaba el ducto, así como para prevenir o intentar mitigar los riesgos de afectaciones a la población civil”.

            En verdad que los militares están como el cohetero: si actúan, se les acusa de represores y, ahora, por no actuar se les califica de omisos, al dar a entender que no hicieron nada para evitar que la gente llegara al sitio de la fuga de combustible para evitar resultaran lesionados en caso de registrarse un siniestro, tal como sucedió.

            Hay videos donde ve como un pequeño contingente militar exhortaba a los pobladores a que se retiraran del lugar, pero no solo fueron ignorados sino amenazados de posibles acciones en su contra. Recuérdese de otros casos de enfrentamientos entre soldados y pobladores con motivo del huachicoleo, por lo cual ahora los uniformados permanecen al margen.

            Esa presunta recomendación debería enfocarse a otras autoridades en el sentido de que no actuaron adecuadamente para cortar el flujo de combustible, o tampoco evitaron la presencia de las personas, lo que finalmente condujo a que cuando se registró el siniestro lamentablemente muchas fueran víctimas, pero no incluir a los militares. Con ese tipo de actitudes, lo que genera es crear injustificadamente más críticas negativas en su contra.

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