EL ARCHIVO DONADO POR LUIS MARIO SCHNEIDER LO INTEGRAN 7 MIL 200 ARCHIVOS

 

• A su muerte, el reconocido literato, argentino de nacimiento y mexicano por decisión, donó su colección documental a la Universidad Autónoma del Estado de México.

 

Aproximadamente siete mil 200 expedientes, que corresponden a casi 50 metros lineales, reunidos en 251 cajas, conforman el archivo personal que el escritor argentino Luis Mario Schneider, especialista en literatura latinoamericana y, particularmente, mexicana, donó a la Universidad Autónoma del Estado de México.

            Así lo indicó la especialista del Departamento de Filología de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, Luz del Carmen Beltrán Cabrera, quien detalló que a su muerte, el reconocido literato, argentino de nacimiento y mexicano por decisión, donó su colección documental a la Autónoma mexiquense, con la intención de que continuara explotándose en beneficio de la investigación literaria.

            Explicó que está integrado por expedientes de variada tipología documental: correspondencia personal, fotografías, diapositivas, manuscritos originales propios y de personajes de la talla de Jorge Cuesta, Xavier Villaurrutia, Gilberto Owen, Jaime Torres Bodet, Genaro Estrada y Antonieta Rivas Mercado, entre otros.

            También, refirió Beltrán Cabrera, se encuentran documentos de diversa índole temática literaria, que fueron materia prima en muchas investigaciones y publicaciones del escritor y que aún son fuente imprescindible de consulta para nuevas indagaciones.

Los documentos, puntualizó, hacen referencia a múltiples actividades, intereses personales y académicos de Schneider, durante un periodo de casi cuatro décadas de trabajo; son muestra del talento y habilidad del escritor, traducidos en biografías de personalidades e intelectuales, pero también en estudios sobre poesía, cuento, novela, teatro, ensayo, literatura de vanguardia, cultura popular e, incluso, arte culinario.

La universitaria señaló que las bibliotecas o archivos de personajes de la cultura de un país –artistas, intelectuales, políticos, etcétera-, ricos en datos y pormenores que otras fuentes no develan, representan un patrimonio documental inestimable, particularmente para la investigación en diversas ramas del conocimiento científico.

Desde el punto de vista formal, acotó, son fuentes no convencionales, debido, entre otras características, a su condición legal de bienes de propiedad privada, lo que en casi todos los casos impide el acceso a sus contenidos.

Sin embargo, subrayó Luz del Carmen Beltrán Cabrera, cuando por alguna razón estos fondos se vuelven públicos, se convierten en unidades documentales cuya materia prima constituye un deleite para los investigadores.