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Alebrijes en Cuadratines: Mala semana para López Obrador

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

La semana pasada podría considerarse como una de las más negativas para la actual administración federal, ya que sufrió una serie de reveses legales en sus diferentes propuestas, reformas y proyectos de infraestructura.

            A principio de semana festejó como un triunfo que Donald Trump haya cancelado la aplicación inicial de 5% de aranceles a los productos mexicanos que ingresaran a Estados Unidos, a cambio de comprometerse a frenar el paso de migrantes por nuestro territorio para intentar solicitar asilo al vecino país del norte.

            La realidad es que fue una solución de tipo social a un problema de carácter económico con matices sumamente políticos. Sucede que para evitar la aplicación de impuestos s productos de exportación mexicanos, el gobierno mexicano aceptó, en contra de su propuesta inicial de puertas abiertas a todos los migrantes, enviar a elementos de la Guardia Nacional para contener a quienes ingresan ilegalmente a nuestro país, todo ello como parte de la campaña preelectoral de Trump quien aspira a la reelección presidencial.

            La pregunta que muchos se hacen es ¿qué hubiera respondido Morena y sus militantes si ese mismo acuerdo hubiera sido firmado con un gobierno federal del PRI o del PAN? Por supuesto que se habrían generado críticas negativas ya que hubiera sido calificado como entreguista y antinacional, pero ahora la izquierda lo considera como favorable.

            Lo malo es que esa solución no es definitiva ya que desafortunadamente el país se encuentra a expensas de lo que piense y se le ocurra a Trump para su beneficio personal y, para nuestra mala suerte, considera que ya le tiene la medida al actual gobierno y lo seguirá sometiendo a sus caprichos, a menos que se desarrolle una adecuada estrategia que logre anular sus amenazas y actuar como mejor convenga a la sociedad mexicana,

            Un doble revés fue respecto a lo que serán las instalaciones del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Por un lado se emitió ordena detener la construcción del aeropuerto en Santa Lucía hasta que sea factible verificar que la obra cuenta con los estudios de seguridad a los que se refieren la Ley de Aeropuertos y su reglamento.

            Por otro lado y ante el anuncio de que para crear un parque ecológico en lo que fue el Lago de Texcoco, se anunció la pretensión de inundar las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, también se mandató mantener sin cambios los trabajos e instalaciones ya realizadas hasta que un juez de distrito revise a fondo todos los elementos de prueba consignados en el expediente.

            En resumen, con las resoluciones legales ordenaron frenar la construcción del aeropuerto en la base militar hasta que existan los estudios de impacto ambiental, se cuente con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia y se entreguen estudios en materia de seguridad, además de que se preserven los avances en Texcoco.

            Se debe puntualizar que en este caso, quienes han servido de contrapeso político para solicitar estas suspensiones no han sido los actores políticos tradicionales, es decir los partidos, sino al colectivo #NoMásDerroches, integrado por organizaciones sociales y empresariales quienes así se enfrentan al Ejecutivo Federal,

            (Pero, en un paréntesis de este tema, también debe mencionarse que Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), anticipó que se iniciarán acciones legales contra el inicio de las obras de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, al argumentar que están “fuera de la ley, del marco jurídico ambiental”. Así que este proyecto de infraestructura energética también podría ser frenado legalmente.)

            Pero no son los únicos contratiempos registrados en la última semana, también deben incluirse los reveses a los proyectos y reformas impulsadas por la Cuarta Transformación, como son el caso del recorte presupuesto a las guarderías infantiles, donde ya se ordenó legamente reponer el presupuesto aprobado en 2018 a una gran cantidad de ellas; en el asunto de la reducción de salarios a la cifra tope establecida por López Obrador, se ordenó que esa medida no se aplique a los funcionarios del Instituto Federal de Telecomunicaciones, determinaciones que resultar ser un precedente a favor de otros amparos solicitados en el mismo sentido.

            En fin, ya suman varios los conflictos legales que enfrenta el gobierno federal y muy probablemente varios de ellos los pierda, por lo que entonces se esperaría el cumplimiento de lo reiteradamente insistido por López Obrador: “nada ni nadie por encima de la ley”.

            Para evitar que el gobierno y la figura presidencial sufran demérito alguno en estos conflictos legales, lo recomendable sería que reconsiderara las propuestas en conflicto para rectificar sus posturas. Es mejor aceptar un cambio a tiempo que esperar a ser obligado legalmente a hacerlo, pero conociendo lo terco que es López Obrador, no será fácil llegar a esa decisión.

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