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Alebrijes en cuadratines

Problemas viales a la vista

 Adrián Chavarría Espinosa

Para quienes vivimos en el Valle de Toluca, la verdad que resulta caótico transportarse ya sea en el servicio público o en las unidades particulares, en parte por el crecido parque vehicular como también por los problemas normales de tránsito como son calles congestionadas, semáforos desincronizados y coches mal estacionados, entre otros factores.

Aquí es donde se genera la discusión sobre la conveniencia de que restringir el uso de los automóviles con un pasajero y alentar otros medios, como sería el de la bicicleta, donde cada parte cuenta con defensores y detractores.

Pero, ya sea para bien o para mal, están por iniciarse varias obras que, se supone ayudarán tanto al transporte masivo como al personal. Por un lado se ha anunciado la construcción del Tren Suburbano Toluca-México, el cual correría por la vialidad Las Torres Solidaridad, desde Zinacantepec, con estaciones intermedias en el Valle de Toluca en la Central Camionera, Metepec y Lerma, para de ahí dirigirse a Santa Fe y Metro Observatorio en la ciudad de México.

Sin duda cuando este servicio opere será de gran ayuda para quienes por múltiples razones tienen que viajar entre los Valles de Toluca y México.

Pero también, para el transporte privado se anuncian obras que presuponen alivio en vialidades conflictivas del Valle de Toluca: una, en Salvador Díaz Mirón y Las Torres; la segunda en Bulevar Aeropuerto y Las Torres; la tercera en Bulevar Aeropuerto y López Portillo; y finalmente la segunda etapa del distribuidor vial de López Portillo y Alfredo del Mazo.

Como se ve, son varios los puntos que resultarán afectados por estas obras y, en consecuencia, repercutirá en las actividades normales de quienes viven o necesitan transitar por esos puntos.

De acuerdo a lo informado en la correspondiente conferencia de prensa, a estos trabajos se le echarán todos los kilos para concluirlos a la mayor brevedad posible. Ojalá y esta promesa se cumpla porque lamentablemente es costumbre que en este tipo de obras por muy diversas causas se prolonguen más allá de lo programado.

Por ejemplo, el tramo de Paseo Tollocan que va de Vicente Guerrero a Venustiano Carranza, tardó muchos más meses de lo anunciado, o algunos de los pasos a desnivel de Las Torres, como el de Heriberto Enríquez, que no se cumplieron a tiempo.

Y no son únicamente las obras nuevas, también están los trabajos de mantenimiento que se tardan los meses en concluirlos. Está el caso de la carretera Toluca-Tenango, la cual por lo menos desde el pasado diciembre trabajan en su reencarpetamiento asfáltico y apenas están por concluirlo.

No dudo que sea positivo el interés de las autoridades federales y estatales de crear más y mejor infraestructura vial, pero entre otras cosas, se deberían considerar varios aspectos.

Uno, por ejemplo, pensar en las ciclovías para quienes tengan la necesidad o el deseo de trasladarse en bicicleta. Un segundo, que las alternativas viales proyectadas estén en las mejores condiciones posibles para que los inevitables retrasos que se presentaran no sean de mayores consecuencias.

Un tercero y no menos importante: que en verdad cumplan con los tiempos estimados. De ser así, muchas personas lo agradecerán y sabrán valorar el esfuerzo por crear mejores vialidades, de lo contrario las protestas y quejas ciudadanas serán inevitables.

En fin, todos estos proyectos son, en el papel, hasta excelentes, pero es necesario cumplirlos y en la medida de lo posible hasta anticiparlos. Así las personas podrán confiar en sus autoridades cuando mencionen plazos de obras y sabrán que es cierto ese lema de afectaciones temporales, beneficios permanentes.

 

Para comentarios ache57@yahoo.com.mx

 

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