Maullidos Urbanos: Mentiras de los políticos
Gato de Barrio
Uno de los puntos que más detestan las personas de los políticos es que incurran en mentiras para intentar ganar la simpatía popular, máxime cuando se encuentran en campañas para ganar o repetir en algún cargo de elección popular o pretendan aprovechar alguna circunstancia social para querer quedar como si les interesara en realidad solucionar el problema.
Eso sucede no solo en México sino en cualquier parte del mundo. Un lamentable ejemplo lo tenemos en el tiroteo del pasado sábado 3 de agosto en un centro comercial de El Paso, Texas, donde en el lugar de los hechos fallecieron 20 personas, seis de ellas mexicanos, evento calificado como acto terrorista, ya que el autor disparo su arma en forma indiscriminada bajo la idea de expulsar a todos los hispanos de esa entidad norteamericana.
Tras esta tragedia los políticos empezaron con su verborrea. Según Donald Trump, presidente de Estados Unidos, los tiroteos del fin de semana se deben a “problemas mentales” de los agresores y aseguró durante un evento público en Nueva Jersey que “no hay lugar para el odio en nuestro país Tenemos que hacer que se detenga. Esto ha estado ocurriendo durante años… y años en nuestro país. Ya hemos hecho mucho, pero quizás tengamos que hacer más”.
Sin embargo, ha sido el propio Trump quien con sus hechos ha demostrado ser el primer promotor de odio social al criminalizar a los migrantes que intentan encontrar asilo en Estados Unidos, ya que con sus medidas represivas y sus discursos incendiarios estigmatiza a quienes por razones de violencia y seguridad abandonan sus naciones de origen.
Pero en México los políticos también se aprovechan de la citada tragedia para intentar ganar simpatizantes y querer aparentar que buscan justicia y sancionar al criminal.
Sucede que Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, anunció que el gobierno federal buscará extraditar al autor del tiroteo para ser juzgado en México por el múltiple homicidio de nuestros connacionales, cuando eso no pasa de ser una declaración, porque antes de ser presentado antes nuestros tribunales deberá enfrentar la justicia norteamericana y de no ser sentenciado a pena capital, por lo menos sí a cadena perpetua.
Entonces de ninguna forma el criminal podría ser traído a nuestro país para ser objeto de un proceso penal y, en el remoto caso que así sucediera y se le aplicaran equis número de años de cárcel, ¿en qué prisión se le tendría a salvo de que otros reos intentaran vengarse,
En fin, los políticos siguen pensando que las personas siguen aceptando fácilmente esas mentiras, pero deben reconocer que la gente ya no se traga esas «ruedas de molino» como ellos creen.