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LA «4T» IGUALITA A OTROS GOBIERNOS / ALEBRIJES EN CUADRATINES

 

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

Reiteradamente y bajo cualquier pretexto, el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en afirmar que su gobierno no puede compararse con los anteriores, que es diferente y no incurre en lo que le gusta llamar prácticas neoliberales negativas, pero la realidad es que tanto él como sus colaboradores repiten esas acciones.

Según el político tabasqueño como sus seguidores, aceptan la libertad de expresión pero cuando se emite una opinión en contra, entonces se descalifica al crítico y se le emiten gran cantidad de improperios; en materia legislativa, la mayoría morenista busca imponer su punto de vista al momento de aprobar leyes y se ignoran las observaciones de la oposición.

Así como sucedió en el desaseado nombramiento de Rosario Piedra Ibarra en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien es abiertamente una seguidora de López Obrador, con lo cual se pierde su objetivo de ser un organismo crítico del gobierno federal para abiertamente mostrarse como una fiel seguidora de las políticas presidenciales, situación que se ha repetido en otros organismos que deberían ser autónomos pero que con la designación de personas cercanas al poder, en la práctica han dejado de serlo.

Ahora, ante el inicio del proceso electoral federal del 2021, el siguiente objetivo del gobierno de la 4-T es el Instituto Nacional Electoral, cuyos consejeros han sido declarados casi como enemigos públicos por no plegarse a los designios presidenciales y ahora, con el proceso para renovar a cuatro de ellos se busca colocar a personas afines al lopezobradismo.

Para ello, inicialmente se debe conformar un Comité Técnico de Evaluación, sin filiaciones partidistas, integrado por dos perfiles propuestos por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), dos por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y tres por la propia Cámara de Diputados.

El conflicto surge cuando la CNDH inicialmente propone a Carla Humprey, exconsejera electoral de la Ciudad de México, a quien no se le consultó para saber si estaba de acuerdo con su postulación, la cual no aceptó ya que ella aspira a ser consejera electoral, no formar parte del comité que los seleccione y, después, fue remplazada por Sara Lovera.

Pero ese no fue el principal problema, sino el hecho de que como segunda propuesta fue John Ackerman, quien además de ser académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, es miembro del Instituto de Formación Política del partido Morena, lo cual va contra lo establecido de que quienes integren el citado comité deben ser totalmente apartidistas.

Sin embargo, Piedra Ibarra no está dispuesta a cambiar a Ackerman y para Mario Delgado, coordinador Morena en la cámara baja, que es la fracción absolutamente mayoritaria, no ve ningún problema en la nominación por lo que esa propuesta se mantiene firme.

Además, Ackerman es el marido de Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, actual Secretaría de la Función Pública en el gabinete federal, lo cual podría interpretarse como un conflicto de interés político.

Ante todo ello, los partidos de oposición verán la forma de impugnar esa propuesta al advertir que de concretarse su inclusión en el citado comité, entonces favorecería a personas afines a Morena con lo cual el INE perdería objetividad e imparcialidad, Es de esperar a que suceda algo que impida tal designación.

Otro ejemplo: en su más reciente gira por su natal Tabasco, López Obrador reinauguró las transmisiones de «La Voz de los Chontales», radio que el propio mandatario inauguró a finales de los 70 cuando era director del Centro Coordinador Indigenista en esta comunidad, emisora que funcionó fuera del marco legal durante muchos años, al igual que otras más.

Pero ahora, gracias a un trámite que apenas tardó 23 días, se legalizó su operación al otorgarle la concesión al Instituto de Pueblos Indígenas, cuando otros trámites de empresarios de la radiodifusión siguen pendientes desde hace meses, quizá años, en ser atendidos.

De esta forma se establece que a pesar de las vehementes defensas del gobierno de la Cuarta Transformación de ser reiteradamente decirse muy diferente a las administraciones del PRI y de PAN, y establecer que de ninguna forma pueden compararse, no resulta cierto ya que se repiten las acciones tanto de imposición de personas afines al gobierno, lo que sencillamente se conoce como amiguismo, como favorecer con agilización de trámites particulares.

En el caso Ackerman quede en el Comité Técnico de Evaluación para elegir a los nuevos consejeros del INE, sin duda resultará un factor que incidirá en favor de aspirantes a consejeros electorales que simpaticen con Morena para, de esa forma, poder involucrarse en los futuros procesos electorales.

Por el bien del futuro político nacional donde los procesos electorales resulten transparentes y reflejen el verdadero sentir de la ciudadanía, lo recomendable es que Ackerman no forme parte del comité para seleccionar consejeros del INE, de lo contrario quedará la duda de su veracidad y sus resultados.

 

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