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Alebrijes en Cuadratines / Fallecimientos durante la pandemia

 

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

La semana pasada falleció Óscar Chávez, una víctima más de la pandemia de coronavirus. Su pérdida se suma a la de otros personajes públicos, varios de ellos destacados por su labor y trayectoria social que los hizo ser objeto de diferentes reconocimientos.

Como sucedió con el gran músico mexicano, por la forma en que falleció y las condiciones sanitarias vigentes, tuvo que ser cremado y sus cenizas se encuentran en el domicilio de su familia, situación que se ha repetido constantemente al menos durante marzo y abril y se mantendrá por tiempo aún indefinido.

Se han registrado decesos de integrantes de la comunidad artística y cultural nacional por han sido por muy diversas causas, no necesariamente por Covid-19, entre ellos el de la escritora Amparo Dávila, del cineasta Gabriel Retes Balzaretti y del actor Aarón Hernán; a nivel internacional en el recuento se incluyen al actor Kirk Douglas –quien falleció a los 103 años‑, el intérprete de música country Kenny Rogers, la actriz hispano-italiana Lucía Bosé, el actor Max von Sydow y el cantautor, cineasta, artista y poeta español Luis Eduardo Aute.

En el ámbito internacional otros promotores de la cultura desaparecidos han sido Albert Uderzo, dibujante y guionista de historietas francés, creador del cómic  Asterix; Mario Bunge, filósofo y físico argentino; Rubem Fonseca, escritor y guionista de cine brasileño; y Marcos Mundstock, quien además de ser locutor, redactor publicitario, actor y humorista argentino, formó parte del grupo musical Les Luthiers.

Entre los políticos fallecidos en México se encuentran Ignacio Pichardo Pagaza, exgobernador mexiquense, exdirigente nacional del PRI, diplomático y con amplia trayectoria en el gobierno federal; Gerardo Ruiz Esparza, quien fuera relevante funcionario en el gobierno del Estado de México y recientemente en la administración federal; así como Jaime Ruiz Sacristán, quien hasta su deceso fue titular de la Bolsa Mexicana de Valores.

En el plano internacional se incluye el deceso de Hosni Mubarak, político, militar y presidente de Egipto entre 1981 y 2011; y Ernesto Cardenal, sacerdote, teólogo, poeta, escritor y político nicaragüense. También mandatarios de varias naciones estuvieron en riesgo sus vidas ya que resultaron contagiados por coronavirus, como Justin Trudeau y Boris Johnson, primeros ministros de Francia de Gran Bretañ; incluso se rumoró que Kim Jong-Un, líder de Corea del Norte, quien se mantuvo sin apariciones públicas por 20 días, había sido contagiado y fallecido, lo cual se desmintió con su reaparición el 1 de mayo.

De nuevo en el tema de los fallecidos en estas últimas semanas deben incluirse a dos reconocidos exfutbolistas: Tomás Balcázar, quien fuera integrante de las campeonísimas Chivas Rayadas del Guadalajara y exseleccionado nacional, allá en las décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado; e Ignacio Trelles, quien murió a los 103 años de edad, reconocido futbolista y entrenador mexicano tanto de la selección como de varios equipos como Zacatepec, Toluca y Cruz Azul.

Deben mencionarse las muertes del empresario mexicano Jerónimo Arango, creador del Grupo Cifra, que fuera propietario del grupo de autoservicios Aurrerá, restaurantes como Vips y El Portón y tiendas como Suburbia, actualmente propiedad de empresas multinacionales, así como Pilar Luna, reconocida arqueóloga submarina mexicana.

Esta lista no es definitiva ya que por lo menos la contingencia sanitaria se mantendrá vigente durante mayo y muy probablemente podría extenderse hasta junio, si es que no se logran mejoran las condiciones ni se reducen los contagios por coronavirus, lapso en el cual lamentablemente podrán sumarse el fallecimiento de otros relevantes personajes.

Lo recomendable sería que una vez superada la crisis sanitaria, por lo menos en nuestro país, a todos quienes se consideren sean merecedores se les debería organizar un homenaje público, preferentemente en cada uno de los ámbitos donde se desarrollaron y destacaron, como una forma de reconocer su legado y trascendencia.

Por último, de considerarse un homenaje y reconocimiento no únicamente para fallecidos, también debe desarrollarse uno para todos quienes han colaborado en la confrontación de la pandemia, donde se incluyan a personal médico como doctores, enfermeras y enfermeros, laboratoristas, camilleros, tripulantes de ambulancias así como investigadores y especialistas.

También deberían incluirse otros, quienes ya sea por necesidad o convicción, tambi´n han colaborado y se mantienen activos en sus actividades, como son los responsables de recoger la basura casera, quienes surten gas, agua embotellada y demás suministros para el consumo casero, así como quienes cumplen con reparto de comida o artículos de primera necesidad en respaldo de quienes no pueden salir de sus domicilios, a taxistas quienes realizan el traslado de personas en caso de necesidad, en fin este tipo de personas expuestas al contagio.

Esta idea deberá ser analizada y concretada con calma y sin apasionamientos, ya que para todos, vivos o fallecidos, merecen el reconocimiento público.

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