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ALTO RIESGO SI NO SE DA MANTENIMIENTO PREVENTIVO A PRESAS

  • Permitirá garantizar el desarrollo y conservación de infraestructuras útiles y libres de amenazas para la gente, señalan expertos de la UAEM.

El reemplazo de compuertas y válvulas, la eliminación de vegetación, pruebas a la obra de excedencias y obra de toma, así como desazolve cuando la obra de toma se ha tapado, son algunas de las medidas que forman parte del plan de mantenimiento prioritario y eficaz para las presas con menor confiabilidad fundamental.

            Así lo indicaron los investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México, Silverio Hernández Moreno, David Joaquín Delgado Hernández, David Carlos Pérez Flores, Benjamín Pérez Pliego, Oswaldo Morales Nápoles y David de León Escobedo, quienes resaltaron que desde 1800 y hasta 1983 han fallado un total de 105 presas en el país.

            Detallaron que un mantenimiento preventivo permitirá garantizar el desarrollo y conservación de infraestructuras útiles y libres de amenazas para la sociedad; “de ahí la importancia de conocer y minimizar sus riesgos durante las etapas de planeación, diseño, construcción y operación”.

Al hablar sobre un modelo para el mantenimiento de presas de tierra que evitaría consecuencias por desbordamientos, deslizamientos, fugas en conductos enterrados, erosión de taludes y sismos, los profesores investigadores señalaron que las presas de tierra o de materiales sueltos son las más utilizadas en los países subdesarrollados, ya que son menos costosas y suponen que 77 por ciento de este tipo se encuentran en el mundo.

Explicaron que las presas de tierra son aquellas que consisten en un relleno de tierras que aporta la resistencia necesaria para contrarrestar el empuje de las aguas; los materiales más utilizados en su construcción son arenas, limos y arcillas, pero destacan más la piedra y la grava.

Sin embargo, destacaron que estas presas tienen el inconveniente de que si son rebasadas por las aguas en una crecida, corren el peligro de desmoronarse y arruinarse.

En este contexto, refirieron que la entidad mexiquense cuenta con 48 presas, de las cuales, 19 son de tierra; abundaron que de las 105 presas que fallaron en México, 72 ocurrieron en cortinas de tierra, destacando los desbordamientos.

Hernández Moreno, Delgado Hernández, Pérez Flores, Pérez Pliego, Morales Nápoles y de León Escobedo reportaron que las presas de tierra que fallaron con más frecuencia en México por desbordamiento, tenían una altura entre los 15 y 30 metros.

En este sentido, subrayaron la necesidad de lograr que estas presas sean estructuras sustentables y brinden los servicios para los que fueron diseñadas, sin poner en riesgo las vidas o las zonas aledañas.

Los universitarios propusieron un modelo que incluya variables que podrían producir su falla o el mantenimiento, con la finalidad de evaluar riesgos de ruptura y tomar medidas preventivas que contribuyan a asegurar una buena calidad de vida para las generaciones presentes y futuras.

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