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Alebrijes en Cuadratines / Las Falacias en «dos millones de nuevos empleos»

 

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

Después de iniciada la pandemia de Covid-19, que no fue debidamente valorada por el gobierno federal, como una medida para evitar el contagio empezó a registrarse el cierre de la actividad productiva, es decir el cierre de empresas y negocios, pero también significó la pérdida de empleos, tanto en actividades formales como informales.

Reportes de diversas instituciones dan a conocer la gravedad del problema. Mientras el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportaba que hasta abril se habían perdido 550 mil empleos formales, en el Informe Trimestral enero-marzo 2020 del Banco de México se establecía que el deterioro de la actividad económica perjudicaría entre 800 mil y un millón 400 mil plazas tan solo en este año y, según la evolución de la economía el año próximo podría calcularse desde la pérdida de 200 mil empleos o una recuperación de 400 mil plazas.

Debe recordarse que el IMSS informó que en el 2019, primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se crearon 347 mil 77 empleos formales, la cifra más baja desde 2009, cuando el año anterior se había llegado a las 660 mil 910 plazas, una diferencia a la baja de 48%. Es decir, en los primeros cuatro meses del 2020 se perdieron más empleos que todos los creados durante todo el año pasado

En un mensaje en redes sociales a fines de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que este año, por la pandemia, se perderían hasta un millón de empleos en el país, pero recordó que había “buenas noticias”: ya tenía un plan para para la recuperación y la creación de hasta dos millones de nuevos empleos.

Detalló que estos empleos surgirán de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro y Mejoramiento Urbano, así como la construcción del Tren Maya, refinería de Dos Bocas, aeropuerto de Santa Lucía, mantenimiento de carreteras y caminos rurales, contratación de médicos y enfermeras y la incorporación de más elementos a la Guardia Nacional, sin omitir que continuará la entrega de becas y otros apoyos económicos, como los créditos a la palabra.

Pero de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo y la Organización Internacional del Trabajo, para que un empleo sea considerado como formal implica tener un contrato legal firmado que incluya aguinaldo, vacaciones, prima de vacaciones, reparto de utilidades, estar registrado en Infonavit y al IMSS, tener acceso a la capacitación y a la seguridad en el trabajo.

Entonces, de acuerdo con la propuesta del presidente mexicano, entre esos dos millones de “nuevos empleos”, considera 230 mil 872 de Becas Jóvenes Construyendo el Futuro; 228 mil 135 del Programa de Mejoramiento Urbano con 50 ciudades adicionales; así como Sembrando Vida, encaminado a campesinos, todos ellos por supuesto son temporales y que sumados, rebasan la cuarta parte de los dos millones de empleos comprometidos.

Otros presuntos empleos propuestos serían 80 mil 715 plazas en el Tren Maya, 72 mil 109 en la refinería de Dos Bocas, Tabasco, y 44 mil 150 para la construcción del Aeropuerto en Santa Lucia, 47 mil 791 para el Banco del Bienestar –sin especificar para que tipo de plaza‑, y 45 mil 80 contrataciones de médicos y enfermeras; de ahí para abajo en el número de plazas por cada renglón hasta totalizar un millón 123 mil 364 “empleos”, que representan poco más de la mitad de todos los propuestos.

¿Entonces, cómo llegar a la cifra de dos millones de empleos? ¡Fácil! Incluir 970 mil créditos a la vivienda, 800 del Infonavit y 170 mil del Fovissste, con recursos que se entregarán directamente a los beneficiados para que ellos, a su vez, contraten personas –albañiles, arquitectos o ingenieros‑, que los apoyarían la construcción de sus hogares,

Reitero: esos dos millones de empleos que propone crear López Obrador resultan ser una falacia, algo irreal por no ser plazas formales y gran cantidad de ellos son temporales, lo cual repercutirá en las cifras económicas nacionales debido a que están considerados como medidas a clientela política pero de ninguna forma son una solución a largo plazo.

Para superar la crisis de desempleo se requieren medidas efectivas, que generen las mayores plazas formales posibles, como una forma para reactivar la economía con toda la aportación que significan los ingresos fiscales, pero eso se anticipa difícil al considerarse los recientes conflictos entre el gobierno federal y los empresarios e inversionistas.

Lo real es que se elevará el empleo informal, lo cual se reflejará que estén en las calles más vendedores de todo tipo de objetos, ya sean legales o no, personas dispuestas a realizar cualquier tipo de labores sin ningún tipo prestaciones sociales, incluso no debe descartarse que ante la imposibilidad de encontrar alguna forma de tener ingresos de forma regular, muchas personas caigan en la delincuencia.

Primero esperemos a ver cómo se reactivan las actividades económicas y productivas para conocer el alcance real de los años y después el gobierno federal deberá implementar las medidas reales y más adecuadas para atacar el desempleo, no simples propuestas falaces.

 

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