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Maullidos Urbanos / Prácticas políticas

 

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

La Real Academia Española (RAE) de la Lengua, acredita doce definiciones a la palabra política, donde se incluyen “Dicho de una persona: que interviene en las cosas del gobierno y negocios del Estado”, “Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados”. “Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”, “Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo”, “Cortesía y buen modo de portarse”, “Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado”, y “Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado”.

Sin embargo entre los políticos mexicanos parece que prevalece la de que es el “arte de tragar sapos sin hacer gestos”, es decir hacer cosas desagradables sin ninguna  expresión de disgusto o enojo, ya que sus acciones no resultan ser las mejores o más recomendables.

Considero que eso ha sucedido en los últimos días en la Cámara de Diputados federal, donde Gerardo Fernández Noroña, militante del Partido del Trabajo, ha buscado por medios poco formales o legales, llegar a la presidencia de la Mesa Directiva para el tercer año de sesiones de la LXIV Legislatura, sitio que debería corresponder a un legislador del PRI.

Para lograr su propósito logró incrementar el número de diputados del PT, a fin de hacer válido el argumento de que al ser la tercera fuerza política podría asumir esa responsabilidad, cuando inicialmente se había acordado que sería para el PRI; con ello provocó que se realizara una serie de cambios de legisladores de un partido a otro, incluso Morena estuvo en riesgo de perder la mayoría absoluta y tener que dejársela al PAN, lo que finalmente no sucedió.

Ahora la supuesta pretensión de Fernández Noroña es ser presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para, inicialmente, impulsar su reelección y después armar su campaña para ser candidato a la presidencia de la república.

Sin embargo su actuación en nada ha sido a las definiciones establecidas por la RAE sobre la política y en cambio ha demostrado ser capaz de muchas acciones y situaciones cuestionables para alcanzar sus propósitos.

Fernández Noroña tuvo una victoria parcial cuando no se cumplió el acuerdo para que la priísta Dulce María Sauri Riancho asumiera el cargo en disputa, esperemos que no sea para él la decisión final pero, de suceder así, no nos quejemos del descrédito social que tienen la política y los políticos mexicanos.

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