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Maullidos Urbanos / Fanatismo religioso y deportivo

 

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Cuando se registran en México los más altos índices de contagios y fallecimientos por la pandemia de coronavirus, también se presentan los más altos casos de fanatismo, es decir exageradas muestras de un desmedido gusto por una práctica o una actividad, a pesar de que en estos momentos conlleve un gran riesgo de enfermarse de covid-19 en estos momentos.

¿Quiénes son los fanáticos? De a pesar de las recomendaciones de las autoridades civiles y religiosas, son aquellos quienes desean cumplir a como dé lugar y con mínimos cuidados sanitarios, con supuestas responsabilidades religiosas, de no faltar en sus mandas, llevar flores, imágenes que ya han sido bendecidas múltiples ocasiones.

Son quienes dicen que su fe los protegerá y será mucho más fuerte que la enfermedad y, en caso de enfermedad, se resignarán a padecerla porque “ya les tocaba” y “así lo dispuso Dios”, sin entender todo lo que podrían evitar si cumplieran con las recomendaciones de confinamiento, uso correcto del tapabocas, así como del gel y del lavado constante de manos.

Tal como se vio en días recientes de tanta gente, proveniente de diferentes sitios, intentó ingresar a la Basílica de Guadalupe para reiterar su veneración a la Virgen Morena, donde solo unos cuántos apenas y pudieron llegar hasta las rejas del amplio atrio.

También son fanáticos aquellos seguidores de equipos de futbol, quienes a pesar de estar advertidos que los estadios permanecerán cerrados al público, acudieron a echarle porras a sus jugadores, la mayor parte de las veces sin cumplir ningún tipo de cuidado. En este caso, seguramente habrá gran cantidad de contagios de la manera más tonta posible.

Si bien en otras condiciones sus jugadores favoritos podrían agradecerles esas muestras de apoyo, en estos momentos no podrán hacerlo ya que esos “aficionados” representan fuente de contagio de coronavirus.

También tienen gran responsabilidad las autoridades federales, en particular el presidente Andrés Manuel López Obrador y Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quienes en reiteradas ocasiones han menospreciado el uso del cubrebocas. ¿Cuántas vidas se habrían salvado sí desde el inicio de la contingencia sanitaria hubieran recomendado usar este auxiliar recomendado por especialistas de todo el mundo?

A pesar de todo, si las citadas autoridades no solo recomendaran el uso del cubrebocas, sino dieran el ejemplo portándolos, sin duda se podrían reducir las tasas de contagio y muertes y ayudar a superar dentro de todo lo posible con mayor rapidez la contingencia por el covid-19.

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