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Maullidos Urbanos / Avanza contrarreforma energética de AMLO

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Gracias a la aplanadora legislativa de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados, con 301 votos a favor, 147 en contra y 2 abstenciones, se aprobaron las reformas a la Ley de Hidrocarburos en lo que se conoce como la reforma energética de López Obrador, es decir dar reversa a lo establecido en el anterior sexenio.

Ya con este aval, el dictamen se remitió al Senado para su correspondiente aval y, cuando se logre, ya sin ningún impedimento el Poder Ejecutivo, es decir, el presidente de la república ordenará su publicación en el Diario Oficial de la Federación para que entre en vigor.

Con esta contrarreforma según se  busca alcanzar una mayor participación de agentes económicos que propicien el desarrollo eficiente y competitivo de los mercados, anulándose la facultad de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para sujetar a principios de regulación asimétrica las ventas de primera mano de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos y que la comercialización se realice a través de Pemex o sus organismos subsidiarios.

En otras palabras se regresa a Pemex todo el monopolio en la comercialización de gasolina, diésel y gas LP, donde actualmente participa el sector privado.

El diputado morenista Manuel Rodríguez, presidente de la Comisión de Energía, rechazó que se regrese al esquema del monopolio estatal, sino ahora se busca un mercado en donde todos los participantes, incluyendo Pemex, estén en igualdad de condiciones regulatorias. Dijo que información reciente de la CRE se establece que se han otorgado 23 mil 134 permisos, de ellos 99% corresponden a otros agentes económicos y sólo 1% ciento a Pemex, lo que según él demuestra una mayor participación de agentes económicos en el mercado nacional.

Pero la diputada priista Soraya Pérez descalificó esas cifras y reveló que con datos del 2020 de la Comisión Federal de Competencia Económica, se comprueba que Pemex aún mantiene el control del 81% del mercado de gasolina y el 72% del diésel.

A pesar de esta confrontación política y de la guerra de cifras, el gobierno federal pretende devolverle a Pemex un papel ya obsoleto, primero porque como empresa productora de combustibles no opera eficientemente y, segundo, que la tendencia mundial es cambiar los combustibles fósiles por otros considerados más limpios y de mayor beneficio ecológico.

De avanzar la contrarreforma energética no solo se perderá gran parte de lo avanzado, también elevará la desconfianza de los inversionistas, a quienes les cambian unilateralmente las reglas de operación sin resultar extraño que se defiendan por la vía legal mediante amparos.

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