¿ QUIÉN CONOCE A MARX ?
- La realidad en Cuba hoy en día.
Bettina Falcón Valerdi
Toluca, Estado de México, 14 de julio de 2021.- El descontento del pueblo cubano lo ha propiciado un sistema dictatorial que lleva más de 62 años en el poder, mismo que no tiene relación con una auténtica izquierda sino con el modelo que el dictador Stalin como secretario general del Partido Comunista en la URSS, implementó en ese país entre 1922 y 1952.
La mayor parte de quienes reniegan del comunismo y del socialismo, jamás han estudiado a sus ideólogos, simplemente hablan de oídas o por observar cómo viven los pueblos cuyos gobiernos se auto determinan cómo de izquierda, sin serlo en la práctica.
Habrá que empezar por comentar que Karl Marx (1818-1883), a quien se le atribuye toda esta barbarie, fue un hombre culto que basó sus razonamientos en la filosofía de Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), quien fue el primero utilizar la dialéctica aplicada al mundo material, ya que desde los primeros filósofos las disertaciones abordaban la dialéctica (la contradicción entre los opuestos) en los conceptos teológicos del bien y del mal, para explicar la naturaleza humana.
Por lo tanto, para estudiar el marxismo y, sobre todo, para entenderlo, es necesario iniciar el estudio en la filosofía de Hegel, lo cual nos lleva a entender, por qué tan pocas personas conocen verdaderamente por dónde anda el marxismo.
Por ejemplo, no podemos imaginar al presidente Andrés Manuel López Obrador, como alguien versado en la filosofía hegeliana, si lo fuera, su vocabulario sería extenso, el uso del idioma sería impecable, toda vez que estas prendas intelectuales únicamente se desarrollan cuando se alimenta la propia inteligencia, con los conocimientos que están en la cúspide del saber humano.
Hasta el momento pocos países han aplicado un sistema de izquierda, incluso prácticamente ninguno (excepto China) se ha denominado como socialista o comunista, pero como en la práctica cumplen con la justicia social que busca la verdadera izquierda, se les debe de tomar como ejemplo, entre ellos está Noruega y Finlandia, que prácticamente carecen de una brecha económica entre sus diversas capas sociales.
Y es que la izquierda es “todo proyecto político que entiende el bienestar de las mayorías como su meta”, y para lograr dicho bienestar, se requiere del capitalismo que es la mega estructura de producción; hay que entender que el socialismo en la práctica “es el uso de las condiciones de producción de esa mega estructura en función de un bienestar social”.
No hay que olvidar que las condiciones laborales que prevalecían cuando el marxismo surgió, eran infrahumanas, de ahí la necesidad de abolir la “explotación del hombre por el hombre”, pero a través de la dialéctica, donde capitalistas y obreros que son los opuestos tenían que dialogar sobre sus tesis y antítesis para poder obtener una síntesis que se reflejará en el bienestar social.
En casi todos los países, pero sobre todo en los latinoamericanos , abundan quienes se sienten enviados por “el camarada Marx que el proletariado tenga en su gloria”, y dictan los pseudo sacramentos marxistas como si fueran actos de fe, cuando en realidad deberían de hacer un profundo ejercicio de razonamiento para saber por dónde andaba el intelecto del camarada Marx.
Otro elemento que los pone en evidencia es la intolerancia a las distintas formas de pensamiento, por ejemplo, para el gobierno cubano toda aquella persona que se opone a su sistema es de derecha, en la práctica (esto se puede constatar en las redes sociales cubanas) muchos de los que están en contra de ese régimen dictatorial tienen un pensamiento de izquierda y lo que buscan es sacar a su país de la miseria en la que se encuentra, para poder sanear la economía y, regresarle al pueblo los medios de producción.
Actualmente en Cuba los pocos medios de producción son propiedad de un estado burocrático, únicamente producen el 5% de lo que comen, el 80% de lo que requieren para vivir lo tienen que importar y la población de acuerdo a sus leyes, tiene prohibido, incluso, desarrollar un huerto de traspatio para abastecer su consumo personal de legumbres.
El gobierno cubano culpa al bloque norteamericano de su pobreza, pero durante 30 años, la URSS le entregó a Fidel Castro, cuatro mil millones de dólares anuales; actualmente reciben al año de los cubanos en el exilio tres mil 171 millones de dólares de remesas en efectivo y 2.900 millones de dólares en mercancías.
Con estos recursos los cubanos pueden comprar en el mercado negro que se maneja a través de las redes sociales, sus alimentos básicos para la subsistencia y quienes no reciben este tipo de apoyos por carecer de familiares en el extranjero, tienen que hacer colas hasta de una semana para que el gobierno les entregue un poco de arroz y pollo.
En Cuba el servicio de internet lo maneja el estado, por lo que es prácticamente imposible que no conozcan el mercado negro que circula en las redes y que vende a precios estratosféricos el arroz y los frijoles que son la base de su alimentación.
En conclusión, Cuba se queja del bloque económico de EEUU, pero su gobierno se enriquece de las remesas que mandan los exiliados en Miami, dinero que no se ocupa para desarrollar una industria que le diera estructura económica al país, en esas condiciones la aplicación del marxismo es incapaz de resolver el problema actual, porque la planta productiva es inexistente y por lo tanto los cubanos son totalmente improductivos.
La mayor parte de quienes reniegan del comunismo y del socialismo, jamás han estudiado a sus ideólogos, simplemente hablan de oídas o por observar cómo viven los pueblos cuyos gobiernos se auto determinan cómo de izquierda, sin serlo en la práctica.
Habrá que empezar por comentar que Karl Marx (1818-1883), a quien se le atribuye toda esta barbarie, fue un hombre culto que basó sus razonamientos en la filosofía de Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), quien fue el primero utilizar la dialéctica aplicada al mundo material, ya que desde los primeros filósofos las disertaciones abordaban la dialéctica (la contradicción entre los opuestos) en los conceptos teológicos del bien y del mal, para explicar la naturaleza humana.
Por lo tanto, para estudiar el marxismo y, sobre todo, para entenderlo, es necesario iniciar el estudio en la filosofía de Hegel, lo cual nos lleva a entender, por qué tan pocas personas conocen verdaderamente por dónde anda el marxismo.
Por ejemplo, no podemos imaginar al presidente Andrés Manuel López Obrador, como alguien versado en la filosofía hegeliana, si lo fuera, su vocabulario sería extenso, el uso del idioma sería impecable, toda vez que estas prendas intelectuales únicamente se desarrollan cuando se alimenta la propia inteligencia, con los conocimientos que están en la cúspide del saber humano.
Hasta el momento pocos países han aplicado un sistema de izquierda, incluso prácticamente ninguno (excepto China) se ha denominado como socialista o comunista, pero como en la práctica cumplen con la justicia social que busca la verdadera izquierda, se les debe de tomar como ejemplo, entre ellos está Noruega y Finlandia, que prácticamente carecen de una brecha económica entre sus diversas capas sociales.
Y es que la izquierda es “todo proyecto político que entiende el bienestar de las mayorías como su meta”, y para lograr dicho bienestar, se requiere del capitalismo que es la mega estructura de producción; hay que entender que el socialismo en la práctica “es el uso de las condiciones de producción de esa mega estructura en función de un bienestar social”.
No hay que olvidar que las condiciones laborales que prevalecían cuando el marxismo surgió, eran infrahumanas, de ahí la necesidad de abolir la “explotación del hombre por el hombre”, pero a través de la dialéctica, donde capitalistas y obreros que son los opuestos tenían que dialogar sobre sus tesis y antítesis para poder obtener una síntesis que se reflejará en el bienestar social.
En casi todos los países, pero sobre todo en los latinoamericanos , abundan quienes se sienten enviados por “el camarada Marx que el proletariado tenga en su gloria”, y dictan los pseudo sacramentos marxistas como si fueran actos de fe, cuando en realidad deberían de hacer un profundo ejercicio de razonamiento para saber por dónde andaba el intelecto del camarada Marx.
Otro elemento que los pone en evidencia es la intolerancia a las distintas formas de pensamiento, por ejemplo, para el gobierno cubano toda aquella persona que se opone a su sistema es de derecha, en la práctica (esto se puede constatar en las redes sociales cubanas) muchos de los que están en contra de ese régimen dictatorial tienen un pensamiento de izquierda y lo que buscan es sacar a su país de la miseria en la que se encuentra, para poder sanear la economía y, regresarle al pueblo los medios de producción.
Actualmente en Cuba los pocos medios de producción son propiedad de un estado burocrático, únicamente producen el 5% de lo que comen, el 80% de lo que requieren para vivir lo tienen que importar y la población de acuerdo a sus leyes, tiene prohibido, incluso, desarrollar un huerto de traspatio para abastecer su consumo personal de legumbres.
El gobierno cubano culpa al bloque norteamericano de su pobreza, pero durante 30 años, la URSS le entregó a Fidel Castro, cuatro mil millones de dólares anuales; actualmente reciben al año de los cubanos en el exilio tres mil 171 millones de dólares de remesas en efectivo y 2.900 millones de dólares en mercancías.
Con estos recursos los cubanos pueden comprar en el mercado negro que se maneja a través de las redes sociales, sus alimentos básicos para la subsistencia y quienes no reciben este tipo de apoyos por carecer de familiares en el extranjero, tienen que hacer colas hasta de una semana para que el gobierno les entregue un poco de arroz y pollo.
En Cuba el servicio de internet lo maneja el estado, por lo que es prácticamente imposible que no conozcan el mercado negro que circula en las redes y que vende a precios estratosféricos el arroz y los frijoles que son la base de su alimentación.
En conclusión, Cuba se queja del bloque económico de EEUU, pero su gobierno se enriquece de las remesas que mandan los exiliados en Miami, dinero que no se ocupa para desarrollar una industria que le diera estructura económica al país, en esas condiciones la aplicación del marxismo es incapaz de resolver el problema actual, porque la planta productiva es inexistente y por lo tanto los cubanos son totalmente improductivos.