DE COMBUSTIBLES FÓSILES, LA ENERGÍA QUE SE UTILIZA PARA CONSTRUIR Y HACER FUNCIONAR UNA VIVIENDA
- Cada metro cuadrado del edificio demandará durante su vida útil una superficie boscosa de 58.20 a 72.75 metros cuadrados.
La energía utilizada para construir y operar una vivienda procede en su totalidad de los combustibles fósiles, señalaron en la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Autónoma del Estado de México, los especialistas Zinar Zepeda Nataren y Hugo Alejandro Guillén Trujillo, quienes precisaron que cada metro cuadrado del edificio demandará durante su vida útil una superficie boscosa de 58.20 a 72.75 metros cuadrados.
Al destacar que en la actualidad los combustibles fósiles son los de mayor consumo en el mundo, consideraron que el gran reto es lograr edificios con menores huellas ecológicas, “lo que implica mejorar la geometría o el diseño arquitectónico, aumentar la eficiencia de los materiales empleados sin acrecentar los costos energéticos de fabricación o bien, disminuir dichos costos sin reducir la eficiencia, y finalmente, incrementar la durabilidad de las construcciones”.
Expresaron que para que una vivienda sea sustentable desde la perspectiva de la energía, cada uno de sus 100 metros cuadrados debiera requerir en su período de vida, de la preservación de 58.20 metros cuadrados de zona boscosa para asimilar sus emisiones anuales de CO2 o del cultivo anual de 72.75 metros cuadrados de tierra para la producción de combustibles sustitutos o para la acumulación de energía de biomasa.
Puntualizaron que aunque es evidente que en los últimos años los estudios en torno a la sustentabilidad de la arquitectura han ido poco a poco en aumento, la mayoría de ellos hace referencia a técnicas o procedimientos destinados a reducir el impacto ambiental de las construcciones, sin explicar mucho lo que es o no sustentable.
El costo energético de las construcciones, dijeron los especialistas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chiapas, sólo sirve para establecer comparaciones entre un edificio y otro en términos de cuál es el menos consumidor de energía y consecuentemente, el de menos impacto ambiental.
La consideración del costo energético, acotaron, representa un conjunto de valores de gran utilidad, los cuales pueden emplearse en otros instrumentos en donde el calificativo de “indicador de sustentabilidad” se use con mayor autenticidad.