¿Qué pasa con AMLO? Más dudas que certezas / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio /
En cualquier nación del mundo la salud de quien encabeza un gobierno, ya sea como primer ministro, presidente, canciller o como se denomine el cargo, resulta ser un tema de interés nacional por todo lo que implica la falta de ese político.
México no puede estar ajeno a esas circunstancias, pero mientras en anteriores administraciones se han hecho público cuando el mandatario ha pasado por el quirófano por cuestiones menores –lo más grave fue a Vicente Fox se le retiró una hernia en el disco a nivel lumbar–, en el caso de Andrés Manuel López Obrador sus padecimientos han sido objeto de no solo condiciones en secrecía, sino además con falsedades.
Recuérdese que a finales de 2013, el entonces excandidato presidencial ingresó al Hospital Médica Sur de la Ciudad de México tras sufrir un infarto agudo al miocardio, mientras que en enero de 2022 fue sometido a un cateterismo cardiaco, cuando fue trasladado de urgencia al Hospital Central Militar de la Ciudad de México.
Aunque días después se anunció el contagio de covid del presidente, no se hizo ninguna mención del tratamiento médico recibido. Con base en los documentos hackeados de la Sedena, entre el 4 y el 20 de enero de 2022, López Obrador recibió al menos diez consultas médicas, incluida la de su cardiólogo particular. Después, el 21 de enero ingresó se sometió al cateterismo. Desde entonces habría recibido 28 terapias físicas.
Este fin de semana el político tabasqueño suspendió una gira de trabajo por Yucatán. Una versión difundida en el periódico El Diario de Yucatán señaló que en una reunión de trabajo sufrió un desmayo por un problema cardiaco, lo cual fue desmentido oficialmente y, en cambio, se dio a conocer que por tercera ocasión se había contagiado de covid-19.
Sin embargo han surgido diversas consideraciones que ponen en duda esa versión y se sospecha que existen otras circunstancias que generan inquietud acerca del estado de salud del actual mandatario mexicano, lo ha sido objeto de casi total secrecía. Fue mediante las revelaciones de los Guacamayas Leaks cuando se reveló que López Obrador padece hipotiroidismo, gota y angina inestable de riesgo alto.
También, en las dos anteriores ocasiones cuando se contagió de covid, lo confirmó mediante videos en Twitter, lo que ahora no ha sucedido ya que solamente emitió un breve mensaje en esa red social donde, además, subrayó que su corazón se encontraba perfectamente.
También existen diferentes versiones tanto de cómo regresó de Yucatán a México, unos dicen que en un vuelo comercial, cuando el protocolo sanitario establece que el contagiado debe permanecer totalmente aislado, otros dicen que el viaje fue en una aeronave militar, en tanto Adán Augusto López, secretario de Gobernación, aseguró en la conferencia mañanera del lunes que se encontraba convaleciente en Palacio Nacional pero sin presentar pruebas.
La salud de López Obrador no solo es cuestión de Seguridad Nacional, también es un tema de interés ciudadano, por ello urge información oportuna y veraz para anular rumores y especulaciones. De confirmarse que tiene un padecimiento más severo, habrá mayores secuelas políticas y sociales que podrían afectar al equilibrio y desarrollo del país.