Urnas electrónicas cuestionadas / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio /
En las elecciones del pasado 4 de junio, realizadas en los estados de México y Coahuila, el Instituto Nacional Electoral autorizo el servicio de un total de 238 urnas electrónicas, como una forma experimental para avanzar en el uso de este tipo de dispositivo, con el cual se pretende en un futuro realizar diversos tipos de ahorro.
Cuando se aprueben serán múltiples los beneficios, entre ellos reducir el pago por la gran cantidad de papel utilizado en la elaboración de boletas electorales con diversos sellos de seguridad –a fin de evitar probables falsificaciones–, además del costo de su impresión, traslado y cuidado, además de ya no ser necesarios tantos funcionarios de casilla.
De esas 238 urnas electrónicas, 74 fueron asignadas a la elección de Coahuila con el modelo desarrollado por el Organismo Público Local (OPL) estatal; otras 164 se canalizaron al Estado de México, donde 64 fueron desarrolladas por el OPL de Jalisco y las 100 restantes por el INE en su versión 7.0.
Sin embargo, en Coahuila, el ejercicio se canceló de último momento, al considerarse que las urnas eran riesgosas y los resultados finales podían verse afectados, pero poco o nada se dijo de los modelos a ser utilizados en las elecciones del Estado de México.
Por su parte la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) obtuvo, a través de solicitudes de acceso a la información, los informes parcial y final de pruebas de seguridad y operatividad realizados por el Instituto Politécnico Nacional (IPN). como ente auditor, y a pesar de que según este organismo los resultados fueron preocupantes, éstos no han sido claramente explicitados por el INE o los institutos electorales locales.
En sus análisis el IPN encontró en todas las urnas problemas –calificados como “hallazgos” – de grado alto, medio y bajo, con impacto (alto, de bloqueo, medio y bajo), y que podían afectar la interfaz, el sistema completo o el sistema de datos, lo cual afectaría los resultados finales.
Por lo anterior al menos, con la actual funcionalidad del sistema “sería casi seguro que ocurra el problema detectado” en la elección, con un “riesgo extendido” sobre la confidencialidad, integridad y disponibilidad del sistema, que “pondría en duda los resultados de la urna en una jornada electoral”, en el caso de los hallazgos de impacto alto.
Se establece que los resultados son preocupantes, y señalan situaciones graves que el INE debió reportar antes de la elección para garantizar su certeza, tales como el uso “software no licenciado”, las urnas “emplean tecnologías de hardware y sistemas operativos en versiones cercanas a cumplir su ciclo de vida útil”, obsolescencia que “tendrá un alto impacto en su funcionalidad y seguridad, dado habría vulnerabilidades sin corregirse.
Por todo lo anterior y ante las irregularidades calificadas como graves, R3D reiteró la advertencia sobre los riesgos en el uso de los sistemas de voto electrónico que conlleva para las elecciones, especialmente ante los comicios de 2024, y sentencia que las autoridades electorales han sido irresponsables en su promoción sesgada acerca del voto electrónico, desechando información técnica que sustenta las críticas desde la academia y la sociedad civil.
Así establece que se debe esperar a que la difusión de los hallazgos del IPN sirvan para que el INE sea más transparente respecto de las auditorías de seguridad y operatividad del voto electrónico pero, sobre todo, sea una razón contundente “para desistir de la obcecada implementación de sistemas que ponen en riesgo la vida democrática”.
En fin, ya está emitida la alerta a las autoridades electorales, ahora les corresponde a ellas verificar esas “irregularidades” para someter a prueba las urnas, a fin d que su implementación pueda ser lo más pronto posible, con el mayor grado posible tanto de confianza en su uso y de certeza en sus resultados.