Maullidos Urbanos / Interpretación de las estadísticas (1)
Gato de Barrio /
- Clarísimo caso donde chocan los dichos y los hechos.
Como parte de la temporada electoral, está de moda no solo la aplicación de encuestas, también su interpretación de acuerdo al interés del político deseoso de demostrar ser la mejor opción de la ciudadanía, aunque también existen aquellas que como dice el clásico, “se tienen otros datos” y simplemente rechazan esa explicación y ofrecen la suya.
Por ejemplo, en la interpretación de la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador. En portadas de dos periódicos de circulación nacional se difunden cifras dispares. Mientras El Heraldo de México revela que el mandatario tiene una aprobación del 74%, donde 17% lo desaprueba, 7% le resulta indiferente y 2% no sabe o no contestó, en cambio en El Economista se informa que la aprobación del político tabasqueño es del 57.1%, a despeho de las cifras oficiales.
Entre ambos porcentajes hay una diferencia de 17% pero, además, en el seguimiento del periódico especializado en temas financieros, desarrollado por Mitofsky, se precisa que en un mes la popularidad presidencial cayó 2.6%, lo cual no puede ignorarse y por la confiabilidad de la empresa encuestadora que le da seguimiento cotidiano, lo considero más certero.
En más del Heraldo de México, también da a conocer su encuesta, realizada por Covarrubias y Asociados, donde se informa que en las preferencias ciudadanas de los diferentes aspirantes presidenciales reporta que actualmente la morenista Claudia Sheinbaum se mantiene en primer lugar con el 59%, seguida de la aliancista opositora Xóchitl Gálvez con el 21%, en tercero se coloca a Samuel García, gobernador de Nuevo León, con el 5%, mientras que a Eduardo Verástegui, candidato independiente, se le ubica en cuarto con 1%, mientras quienes no respondieron o no saben fueron el 14%.
Quien no estuvo de acuerdo con estas cifras fue el mandatario neoleonés, quien al ser entrevistado por Carmen Aristegui en su noticiero radiofónico de este lunes, tras descalificar estos porcentajes y al estilo pejista sacó a relucir sus «otros datos» y según él, “ sus cifras”, lo ubican en el segundo lugar de preferencias, y calculó -siempre de acuerdo a su personalísima opinión- que en los primeros meses del próximo año ya estará encabezando las estadísticas.
Cómo se ve son diversas las interpretaciones de estas cifras, donde en el caso del político de Movimiento Ciudadano, defiende las suyas, pero sin ofrecer mayores respaldos lo cual. siendo objetivos, no le ayuda a tener confianza en sus afirmaciones.
Para la entrega de mañana, se comentará la encuesta de quien fuera un aspirante a la candidatura de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, donde se refleja que no solo carecía de oportunidad de ganarla, y además es evidente el rechazo ciudadano a su persona.