¿Retroceso social en Argentina? / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
En Argentina, nación que se había distinguido por sus avances en materia de igualdad de género –tan solo recordar que fue un país pionero en el uso de ese lenguaje inclusivo–, donde algunas universidades lo habilitaron desde 2017, ahora está a punto de registrar un cambio en esa materia,
Sucede que Manuel Adorni, portavoz del presidente Javier Milei, anunció que su administración “inició las actuaciones” para terminar con esa práctica, adoptada por el gobierno del anterior presidente Alberto Fernández (2019-2023), por lo cual anunció que ya “no se va poder usar la letra “e”, la arroba, la “x” y evitar la innecesaria inclusión del femenino en todos los documentos de la administración pública.”
Tras argumentar que el gobierno no iniciará un debate sobre el uso del lenguaje, Adorni defendió que la gramática de lengua castellana representa a todos los sectores, y acotó que la medida anunciada supone extender la decisión que ya había tomado el Ministerio de Defensa en su documentación oficial.
De acuerdo con una orden firmada días antes por Luis Petri, ministro de Defensa, se determinó que “deberá emplearse el idioma castellano», bajo los términos y reglas fijados por la Real Academia Española, por lo tanto, fórmulas como “sargenta” o “caba” ya no son permitidas, ni tampoco términos para referirse a identidades no binarias como “soldadxs” o “soldades”.
No ha sido la única medida polémica del gobierno de Milei en el ámbito social, ya que la semana pasada dispuso el desmantelamiento del Instituto Nacional contra la Discriminación, al considerar que era un gasto innecesario.
Aunque Milei –quien asumió la presidencia de Argentina en diciembre pasado, tras haber ganado las elecciones con el 55,65 % de los votos contra 44,35 % de Sergio Massasu , con una diferencia de casi tres millones de votos–, desde su campaña proselitista había anunciado que iba a “dar la batalla cultural” contra el “adoctrinamiento del marxismo”. al que culpa de haber acuñado el lenguaje inclusivo, la “ideología de género” y la “agenda ecologista”.
Por supuesto no es la primera ni será la única confrontación social que enfrente el presidente, pero sin duda muchos argentinos ya deben estar arrepentidos de haberle dado su voto para ganar. Ahora se debe considerar esta situación para que los mexicanos mediten su sufragio para el 2 de junio, ya que muchas promesas que puedan sonar disparatadas o populistas podrían ser una realidad si actuamos en las urnas de forma irreflexiva.