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Alebrijes en Cuadratines: Proselitismo a Futuro

Alebrijes en cuadratines

Proselitismo a futuro

Adrián Chavarría Espinosa

 

Aún no tienen verificativo las elecciones programadas para este 7 de junio, cuando ya en el ambiente político se vive un futurismo con miras al proceso que deberá realizarse en el 2018, donde el principal atractivo será el cambio de Presidente de la República.

            Estamos a tres años de que suceda ese evento, pero en varios partidos políticos tanto dirigentes como estrategas y aspirantes, ya se preparan desde estos momentos para ver cómo van a afrontar esa situación con el ánimo, por supuesto, de ganar en especial la oposición al Partido Revolucionario Institucional.

            Sin duda quien se ha mostrado más aventajado en ese aspecto, con riesgo de que en un futuro próximo se le acuse de proselitismo –no en este momento, sino para cuando se considere más conveniente por sus adversarios‑, es el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, quien por tercera ocasión se postulará como aspirante presidencial.

            A diferencia de las dos anteriores, ahora será postulado por su partido Morena –Movimiento de Regeneración Nacional‑, el cual ha sido conformado a su gusto y parecer, con una serie de incondicionales dispuestos a secundarlo hasta lo último.

            La mejor prueba es que en las actuales campañas políticas, es López Obrador quien sin ser en estos momentos candidato a algún cargo de elección popular, es el único que aparece en los mensajes de campaña de su partido exhortando al voto a su favor, pero quejándose de que colocaron el logotipo de su instituto hasta debajo de las boletas y “con letras chiquitas”, cuando simplemente el orden de ubicación responde a la antigüedad de los diferentes institutos políticos y con un diseño igual para todos.

            El tabasqueño sabe y tiene experiencia en que aun cuando se le acuse de proselitismo adelantado, buscará recovecos legales para anular esas imputaciones, así como sucedió hace años cuando al no resultarle favorable mandó al diablo a las instituciones formales.

            En el Partido Acción Nacional, donde se vive actualmente un clima de división interna, son varios los interesados por ubicarse en las mejores condiciones para la postulación presidencial.

            Por un lado Gustavo Madero, actual dirigente nacional, prepara el terreno para ser el abanderado donde además cuenta con el respaldo de Ricardo Anaya, quien ya fue presidente interino y además buscará la dirigencia formal en el próximo proceso interno.

            Por otro está el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, quien se mantiene activo y participa en diferentes campañas proselitistas, pero además para impulsar a su esposa Margarita Zavala para la dirigencia nacional blanquiazul a fin de respaldar su corriente y a sus seguidores.

            Además, ya aparece un tercero en discordia: Rafael Moreno Valle, actual gobernador del estado de Puebla, quien llegó a ese cargo con el apoyo de la coalición integrada por PAN, PRD, Convergencia y Nueva Alianza, aunque formalmente es militante panista. Él se considera con la capacidad suficiente para ser el candidato de su partido para el 2018, por lo cual ya también prepara sus estrategias políticas para ese propósito.

            En el caso del Partido de la Revolución Democrática, en lo que parece ya más una costumbre, se menciona como el posible aspirante natural a Miguel Ángel Mancera Espinosa, jefe de Gobierno de la ciudad de México, quien a pesar de no aceptar por el momento esa condición, sus actividades políticas lo ubican como un personaje que aspira a más arriba.

            Flaco favor le hizo el poblano Miguel Barbosa, perredista presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, quien recientemente declaró que Mancera debería definir desde ya las aspiraciones del jefe de gobierno, ya que eso debe esperar un lapso razonable, ya que en estos momentos no resulta adecuado y es simplemente quemarlo como presunto aspirante.

            En el caso del PRI es donde al menos públicamente se piensa el futurismo. Primero, será ver cómo el actual presidente de la república y primer priísta de la nación, define el proceso sucesorio en el interior de su partido, considerar si aplica las viejas reglas o define nuevas, acordes a las actuales condiciones políticas del país. En lo personal consideró más viable la segunda opción.

            Sin embargo existe un factor que podría alterar el proceso tricolor, que se llama Manlio Fabio Beltrones, quien termina como coordinador de los diputados federales priístas, y podría aspirar a la postulación pero no necesariamente podría ser el favorito presidencial. Así la cuestión es ver en qué posición se le ubica, como podría ser la presidencial nacional de su partido aunque sería un cargo que no le convendría a otros suspirantes.

            Respecto a los otros partidos –Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, Partido del Trabajo, Verde Ecologista más los que buscan su registro oficial‑, lamentablemente carecen de figuras que por ellas mismas puedan ser buenos candidatos y lo que se podría asegurar desde ya, es que simplemente harán alianzas con los institutos grandes para apoyar a quien postulen, de acuerdo a sus consideraciones y necesidades.

Para comentarios está a su disposición el correo ache57@yahoo.com.mx

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