ALEBRIJES EN CUADRATINES: NUEVAS EXPERIENCIAS ELECTORALES

Alebrijes en cuadratines

Nuevas experiencias electorales

Adrián Chavarría Espinosa

 

La jornada electoral del pasado domingo 7 de junio dejó una serie de nuevas experiencias en materia tanto política como social, lo cual dará material de análisis por un buen tiempo, además de la gran diversidad de ángulos para discutir, interpretar y generar conclusiones con las cuales se puede estar de acuerdo o no, pero finalmente son consideraciones que se deben valorar por la opinión generada.

            Un punto a destacar es que finalmente se logró desactivar la amenaza de boicot electoral, promovido tanto por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación así como por una serie de agrupaciones “sociales” regionales, estudiantes normalistas y de los padres de familia de los desaparecidos de Ayotzinapa. Si bien hubo hechos violentos, fueron los mínimos, focalizados y no resultaron graves, como se temía.

            Otro aspecto que deberá reforzarse a futuro es el triunfo de dos candidatos ciudadanos, quienes alcanzaron su victoria sin necesidad del respaldo de un partido político, en esta ocasión uno de ellos de un diputado federal y el otro, importante por sí mismo, es el del aspirante a gobernador en Nuevo León; ahora, que esos triunfos se traduzcan en nuevas experiencias legislativas y administrativas para que en la política mexicana se encuentren diferentes alternativas en beneficio de la sociedad.

            Ahora, con las experiencias vividas y recogidas se debe revisar el marco legal a fin de ajustarlo con miras al proceso electoral del 2018, cuando se deberá elegir al nuevo presidente de la república, a fin de que resulte un proceso lo más transparente y con los menores pretextos posibles para ser impugnado.

            Será necesario reflexionar sobre tiempos de campaña, las limitantes, si es necesario o no regular las redes sociales, como Twiters o Facebook, recursos utilizados por partidos o candidatos para alentar las campañas electorales, lo cual fue impugnado por varios sectores; revisar el bombardeo mediático con millones de spots en radio y televisión, los cuales no siempre fueron utilizados por los candidatos sino por otros políticos que buscaban posicionarse en lo individual; así como la gran derrama económica para los institutos políticos.

            Un punto particular para el Estado de México, será revisar en el caso de los Ayuntamientos, los tiempos entre elecciones, que en esta ocasión fue el 7 de junio, con la fecha en que asumirán responsabilidades quienes resultaron electos, que será hasta el primero de enero de 20016, es decir serán casi siete meses de espacio, que si bien pueden existir impugnaciones y revisiones, todas ellas deberán resolverse a la mayor brevedad posible.

            Lo recomendable sería volver a la anterior fecha, a mediados de agosto, para así reducir la espera en poco más de cuatro meses, lo cual agradecerían tanto quienes desearían ya concluir sus responsabilidades, como quienes comen ansias y desean entrar en funciones.

            Si bien faltan por desarrollarse los conteos oficiales ‑no los anticipados por los Programas de Resultados Electorales, que dan una idea de cómo fue la tendencia de los votos‑, para entrar a una parte, probablemente la menos deseada: la impugnación de los procesos, donde partidos políticos y candidatos tratarán de revertir resultados y acreditar victorias mediante procesos y vericuetos legales y/o legaloides para obtener lo que no pudieron alcanzar en las urnas.

            Y es que con diversos argumentos, en ocasiones muy rebuscados, buscarán anular votos, casillas y de ser posible todo el proceso para desconocer a quien ganó, lo cual resulta una burla para el sentir ciudadano que depositó su voto y, finalmente, resultó defraudado.

            También, ya con los resultados oficiales, determinar qué partidos políticos pierden sus registros tanto a nivel federal como estatal, a fin de que se mantengan los institutos que realmente representen una corriente política o una ideología consistente, sin ser rémoras o satélites que sobrevivan de lo que les dejan los partidos grandes.

            De la misma forma analizar sanciones que en verdad hagan pensar tanto a políticos como a partidos en no volver a caer en las mismas irregularidades, ya que por lo visto aunque se oigan como grandes castigos las multas millonarias ante las constantes reincidencias a las violaciones al marco legal, finalmente a ellos no les afecta porque las pagan con los mismos recursos oficiales que reciben. Entonces pensar en sanciones que si les duelan y los hagan pensar antes de volver a incurrir en esas faltas.

            Por último, en este breve análisis formulado de acuerdo a los primeros resultados, destacar la división de la izquierda mexicana, en concreto las pugnas entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), donde además de lanzarse todo tipo de quejas e impugnaciones, lo único alcanzado fue la atomización del voto ciudadano a su favor.

            Si en lugar de existir varios partidos de “izquierda”, se lograrán fundir en una sola organización, sin duda para dentro de tres años serían una verdadera opción electoral, pero esto parece más un deseo que una realidad. En fin, esperemos a ver cómo avanza el proceso en su etapa de calificación para nuevas perspectivas.

Para comentarios está a su disposición el correo ache57@yahoo.com.mx