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Alebrijes en Cuadratines: Estudios sin Calidad

Alebrijes en cuadratines

Estudios sin calidad

Adrián Chavarría Espinosa

 

Si bien desde hace años en el papel por ley la educación en México debe ser obligatoria y gratuita, por lo menos en primaria y secundaria, lamentablemente en muchos puntos del país no se logran alcanzar esos propósitos, por lo que también resulta difícil se cumplan esas condiciones en los niveles medio superior y superior.

            Si, además, se agrega que el tema escolar ha sido bandera política y no solo por las acciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que consideran como su propiedad la formación escolar en primarias y secundarias en varias entidades –coincidentemente las más rezagadas socialmente en el país–, sino hasta de autoridades y partidos políticos, que lo usan como bandera para sus propósitos particulares.

            Como en el caso del Partido de la Revolución Democrática en el Distrito Federal, que cuando Andrés Manuel López Obrador fue jefe de gobierno, impulsó crear preparatorias y la Universidad de la Ciudad de México, a fin de brindar educación a los alumnos que por muy diversas razones no alcanzaron un lugar en los planteles de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Autónoma Metropolitana y del Instituto Politécnico Nacional.

            Si bien el propósito es positivo y de indiscutible beneficio social, el problema es cuando se desarrollan los respectivos proyectos sin un buen respaldo económico, académico y hasta de infraestructura, al grado de que más parece que se trata de cumplir con un compromiso político más que de atender una carencia entre la juventud.

            Y es que los resultados generados por las preparatorias y la universidad capitalina son decepcionantes; en el caso de las primeras, recientemente estalló en huelga el Sindicato de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior, con lo cual durante varios días se quedaron sin clases los aproximadamente 30 mil alumnos inscritos en sus 20 planteles.

            No está mal en pedir aumentos salariales, pero difícilmente se pueden conceder todas las demandas planteadas, como en este caso donde el sindicato rechazó el ofrecimiento de un 3.5% de incremento, ya que su demanda inicial era de 20%, aunque después se bajaron a 4.7% para docentes y de 6.7% para administrativos.

            Afortunadamente para los estudiantes, las autoridades laborales declararon inexistente a la huelga, debido que el sindicato no cumplió con todo el procedimiento legal para estallarla.

            Pero en su récord laboral, desde el 2012 este sindicato inició ocho huelgas por aumento salarial, mejoramiento de infraestructura y basificación de personal, con lo cual el salario mensual de los docentes ha llegado a los 24 mil 783 pesos y, con la oferta de las autoridades educativas llegarían a los 25 mil 671 pesos, para ubicarse entre los maestros mejor pagados, incluso por encima de los la UNAM y del IPN.

            En el caso de la Universidad de la Ciudad de México, fundada en el 2001, en 14 años de operación ha tenido 51 mil 333 estudiantes inscritos, de los cuales solamente se han titulado 819 alumnos; es decir, por el presupuesto asignado a esa institución –cerca de ocho mil 981 millones de pesos–, cada egresado con título ha costado casi once millones de pesos.

            Esta cifra, de acuerdo a especialistas, representa pagar once matrículas anuales en la universidad más cara del mundo: la Sarah Lawrence College –localizada en Brownsville, Nueva York, Estados Unidos– donde se ofrecen cursos individualizados y con un bajo número de estudiantes por docente, con un gasto anual de 61 mil 236 dólares (casi un millón de pesos).

            El segundo sitio de universidades más caras del mundo es para la de Nueva York, donde han egresado 36 premios Nobel, 16 Pulitzer y diez ganadores de la Medalla Nacional de Ciencia. Estudiar en esa institución tiene un costo anual de 59 mil 337 dólares, poco más de 959 mil 656 pesos.

            Pero, además, la universidad capitalina tiene carencias de infraestructura ya que varios planteles carecen de instalaciones propias y adecuadas para una óptima enseñanza.

            Por si todo lo anterior resulta un indicador de que crear instituciones educativas sin fundamento, solo por motivos políticos, otorga un presunto prestigio de apoyar a quienes aspiran a estudios superiores, pero sin un verdadero respaldo académico para sus alumnos.

            Ahora debe considerarse que en el DF los delegados surgidos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), revelaron sus intenciones de crear universidades en sus delegaciones, con el apoyo y financiamiento parcial de asambleístas y legisladores capitalinos pero con recursos etiquetados para actividades políticas más no educativas.

            ¿Quién garantizará que estas nuevas “universidades” sí resultarán eficientes en sus funciones educativas? Creo que nadie y de concretarse esta propuesta, lamentablemente tendrá un resultado muy semejante a las instituciones creadas por López Obrador. Es más, muy probablemente podrían compararse a las escuelas patito como las llamadas Academias Vázquez o los Institutos Patrulla, tan famosos en el siglo pasado.

            Si bien debe procurarse generar oportunidades de preparación académica, deben ser de calidad, que ofrezca verdadera capacitación en las diferentes opciones ofrecidas, no solamente por un interés o capricho político.

            Y de insistir en la creación de estas universidades, deberían intervenir autoridades federales o de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), a fin de avalar de que los estudios ahí ofrecidos sean los mejores posibles, pero con los conocidos antecedentes de López Obrador y de sus seguidores morenistas, a ellos no les interesará ese aval para abrir sus aulas.

Para comentarios está a su disposición el correo ache57@yahoo.com.mx

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