Sandro Cohen dictó la Conferencia “El poder de la puntuación” en la UAEM
- Afirmó que pocas personas saben que si siempre usáramos el mismo orden de palabras, es decir, la misma sintaxis -que es el orden de las palabras dentro de la oración-, no haría falta puntuación, salvo por el punto al final de la oración del escrito o del párrafo.
La puntuación correcta nos permite comprender bien un escrito, evitar que lo entendamos mal, señaló en el Plantel “Ignacio Ramírez Calzada” de la Escuela Preparatoria de la Universidad Autónoma del Estado de México, el poeta, narrador, traductor, editor, ensayista y profesor universitario Sandro Cohen, quien subrayó que emplear la puntuación de manera adecuada evita que “nuestros lectores mal entiendan o mal interpreten lo que nosotros quisimos dar a entender”.
Al participar en el Programa “Abril, mes de la lectura” de la UAEM, con la Conferencia “El poder de la puntuación”, el autor del libro Redacción sin dolor, publicado en 1994, sostuvo ante alumnos de nivel medio superior que los signos de puntuación son como las señales en el camino: “por sí solos no significan nada, pero nos orientan dentro de lo que vamos leyendo y nos ponen sobre aviso en cuanto a la estrategia composicional del escritor”.
Acompañado por la directora de Desarrollo del Personal Académico, María de los Ángeles Araujo González, y el director del Plantel “Ignacio Ramírez Calzada”, Pedro David Mercado Hernández, Cohen afirmó que pocas personas saben que si siempre usáramos el mismo orden de palabras, es decir, la misma sintaxis -que es el orden de las palabras dentro de la oración-, no haría falta puntuación, salvo por el punto al final de la oración del escrito o del párrafo.
El autor de escritos como Guía esencial para redacción en lengua castellana y Guía esencial para resolver dudas de uso y estilo en lengua castellana, indicó que entre las faltas más comunes que cometen aquellos que aún no han dominado la redacción se encuentra el “encabalgamiento”, que es cuando se unen dos oraciones en un solo enunciado sin que entre ellas exista una relación de coordinación o subordinación; por lo que si se logra eliminarlo, se habrán avanzado mucho en la tarea de convertirse en un experto redactor.