Alebrijes en cuadratines: Triste aniversario del PRD
Alebrijes en cuadratines
Triste aniversario del PRD
Por Adrián Chavarría Espinosa
El pasado 5 de mayo se conmemoró el 27 aniversario de la fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD) con más pena que gloria, ya que a pesar de ser uno de los institutos políticos con mayor fuerza y representación en los últimos tiempos, está en riesgo de pasar a ser uno más del montón.
En estas casi tres décadas en el panorama político han desaparecido partidos con años de “participación” en los procesos electorales, como lo fueron el Popular Socialista y el Auténtico de la Revolución Mexicana; otros surgieron y desaparecieron por carecer de una verdadera representación popular, como lo fueron el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, los partidos Alternativa Social Demócrata, Fuerza Ciudadana, Demócrata Mexicano, Nacional Social, Centro Democrático, Unión Nacional Sinarquista, Fuerza Popular, Democracia Social, Alternativa Socialdemócrata y Socialista de los Trabajadores, donde la mayoría de ellos se les consideraba o ubicaba como de izquierda.
También han aparecido otros que subsisten más como satélites de los considerados grandes, con ocasionalmente algunas victorias electorales pero esporádicos y muy regionales, como el Verde Ecologista de México, de los Trabajadores, Nueva Alianza, Encuentro Social, Encuentro Social que después cambio a Movimiento Ciudadano.
Si se compara al PRD con el PRI y el PAN, considerados como los otros partidos fuertes, el PRD es joven ya que su historia se remonta a finales de la década de los años 80, cuando surge como una coalición de diversos partidos políticos de izquierda, aunque varios de sus fundadores pertenecían a la Corriente Democrática del PRI, quienes se fusionaron con movimientos y organizaciones de la histórica izquierda mexicana.
Su origen es el Partido Mexicano Socialista, que nace de la fusión de seis fuerzas políticas de Izquierda a nivel Nacional: los partidos Mexicano de los Trabajadores, Socialista Unificado de México, Patriótico Revolucionario, Movimiento Revolucionario del Pueblo, Unión de la Izquierda Comunista; más adelante se unen parte del Partido Socialista de los Trabajadores, donde su principal líder fue el ingeniero Heberto Castillo Martínez
Si bien en 1988 se polemizó acerca de que si en realidad Cuauhtémoc Cárdenas había ganado las elecciones presidenciales, donde bajo el argumento de “la caída del sistema”, el triunfo se le atribuyó a Carlos Salinas de Gortari, el PRD tuvo la primera de sus diversas victorias políticas en 1997, cuando se impuso en el entonces Distrito Federal y colocar al citado ingeniero Cárdenas como Jefe de Gobierno, cargo en el cual se ha mantenido hasta la fecha con Miguel Ángel Mancera, aunque como candidato externo.
Además del Distrito Federal, actualmente es gobierno en los estados de Morelos, Guerrero y Tabasco, y en coalición en Sinaloa, Puebla, Baja California y Oaxaca.
Lamentablemente y a pesar de todos sus triunfos, el PRD tiene varios puntos negativos, como el de no ser un verdadero partido político, sino integrarse como un agrupamiento de varias corrientes políticas conocidas como tribus, donde en lugar de trabajar por toda la agrupación se han dedicado a apoyar a su grupo en detrimento de los demás.
Otro punto sería el que se han registrado caudillos, los cuales han mantenido liderazgos como Cuauhtémoc Cárdenas y, más recientemente, Andrés Manuel López Obrador, quien manejó al partido para ser postulado en dos ocasiones como candidato presidencial, donde en 2006 se quedó a punto de lograr el triunfo.
Pero una vez que López Obrador exprimió todos los beneficios a su favor, entonces decidió separarse y crear su propio partido, el llamado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) desde donde aspira a una tercera postulación presidencial.
Esta escisión resultó ser un duro golpe para el PRD, lo cual se reflejó en las elecciones del año pasado, donde en la ahora Ciudad de México dejó de ser la principal fuerza política y ahora lo disputa precisamente con Morena, partidos políticos que aparecen como enemigos más que coincidentes en sus aspiraciones en favor de los habitantes.
Incluso y de manera arrogante Morena, como primera minoría política, pretende ser quien marque líneas y programas de acción pero pasa por alto que la suma de las demás minorías conforman la mayoría cuando suman todas sus voluntades.
De esta forma el aniversario 27 del PRD pasó casi inadvertido, donde apenas se destacó el mensaje de Agustín Basáñez, su actual presidente y quien hace un año ni siquiera era su militante, y con la sensible ausencia de Mancera Espinosa, hasta el momento su probable carta fuerte para las elecciones presidenciales del 2018, quien apenas dirigió un mensaje videograbado.
En fin, insisto, en México hace falta una organización de izquierda que conjunte a todas las corrientes como un verdadero partido, en lugar de existir tantas que presumen de serlo pero que en realidad atienden otros intereses.
En la llamada alternancia política ya se conoce como trabajan el PRI y el PAN, pero falta por experimentar con una verdadera izquierda y, la verdad, creo que aún falta mucho por alcanzar ese objetivo.