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Maullidos Urbanos / Mayor audiencia en 2° debate presidencial

 

Gato de Barrio /

gatodebarrio@yahoo.com.mx /

Contrario a lo que se proyectaba, el segundo debate presidencial del pasado domingo registró una audiencia de 16.1 millones de personas quienes siguieron de cerca el debate, de acuerdo a lo expresado por la consejera electoral Carla Humphrey, presidenta de la Comisión de Debates del INE, para ser la cifra histórica más alta em este tipo de eventos políticos.

Esta marca se habría alcanzado a pesar de las fallas registradas durante la transmisión del evento a través de las redes sociales del INE. Es decir, tanto en YouTube, donde se difundió la transmisión –en español como en las lenguas originarias a las que se dobló– como en plataformas de redes sociales como Facebook y X (antes Twitter) donde los usuarios experimentaron fallas para sintonizar el debate.

Esta transmisión superó con cuatro millones 300 mil espectadores al primer debate sucedido el pasado 7 de abril, cuando tuvo 11 millones 800 mil personas, incluso, al segundo de 2018, cuando acaparó la atención de 12 millones 600 mil ciudadanos para ser hasta ese momento el de mayor audiencia.

De acuerdo con Humphrey, “es una buena noticia el interés que tiene la ciudadanía por seguir estos ejercicios, con el objetivo del Instituto de garantizar el derecho de acceso a la Información de la ciudadanía, así que tenemos un reto de cara a este tercer debate el próximo 19 de mayo para también seguir elevando pues este nivel de audiencia”, apuntó.

El tercer y último debate, está programado para realizarse en el Centro Cultural Tlatelolco, será a dos semanas de que se realicen las elecciones, las cuales con mucha seguridad podrían definir a la primera presidenta del país.

¿Cómo interpretar esta cifra récord de audiencia? Serían varias las explicaciones. Una de ellas, quizá la más relevante, que se ha generado un mayor interés por lo debatido –a pesar del clima de confrontación, en especial entre las candidatas–, con lo cual, y sin que necesariamente se refleje en las encuestas, se ha reducido la distancia entre ambas aspirantes.

Esta situación sucedería debido a que posiblemente los considerados como indecisos ya perfilarían definir por quién se inclinarían para emitir su sufragio, ya que las bases duras de ambas políticas difícilmente cambiarán de opinión.

Entonces el último debate podría ser el cual podría definir la balanza final en los resultados de la jornada del 2 de junio, donde para evitar dudas o incertidumbres, la victoria debe ser clara y por el suficiente margen que desactive conflictos postelectorales.

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