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ALEBRIJES EN CUADRATINES: A DIEZ AÑOS DEL "CHIQUIHUITAZO"

Alebrijes en cuadratines

Periodismo vigente

Por  Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

Foto de archivo de elhorizonte.mx
Foto de archivo de elhorizonte.mx

En su columna del pasado viernes 29 de julio en El Universal, la periodista Elisa Alanís, recordó que hace diez años se registró el Chiquihuitazo, procedimiento irregular por el cual Televisión Azteca se apropió de manera ilegal del Canal 40 de televisión, cuyos estudios se localizaban en el WorldTrade Center de la ciudad de México, pleito legal que aún no ha concluido pero tampoco tiene visos de una pronta terminación.

            Se le llamó Chiquihuitazo, porque el personal de Televisión Azteca asumió el control de la antena emisora, localizada en el cerro del Chiquihuite, al norte de la ciudad de México, casi en los límites del Estado de México, con lo cual procedió a lanzar su propia señal ahora llamada Proyecto 40.

            Pero la mención de la periodista Alanís se refiere a que Dennise Maerker se prepara ya para asumir la titularidad el principal espacio informativo de Televisa el próximo 22 de agosto, a las diez de la noche por el canal 2, en sustitución del noticiero que ha encabezado Joaquín López Dóriga durante 16 años.

            Pero que también Carlos Puig, a partir del próximo 29 de agosto, será el responsable de la conducción del principal noticiero nocturno de Milenio Televisión, que si bien su señal no es abierta ‑es decir no sale al aire–, sí es difundido en las principales empresas de cable y de televisión satelital.

            Por último Alanís recordó que Ciro Gómez Leyva ya se prepara para estar al frente del que será el principal servicio informativo de Cadena Tres, la nueva red nacional de televisión abierta propiedad de Olegario Vázquez Raña, que se espera salga al aire en septiembre, para ser la nueva competencia de Azteca y Televisa.

            Pero, ¿Por qué esta mención? Porque tanto Alanís, como Maerker, Puig y Gómez formaban parte de lo que fue CNI Canal 40, el cual era un espacio crítico y por lo mismo poco hizo la administración federal, presidida por Vicente Fox para atender y resolver legalmente este conflicto televisivo.

            Entonces, en lugar de acallar voces críticas al sistema, lo que sucedió fue que continuaron por diferentes caminos y trayectorias personales, hasta llegar a estas situaciones de ser considerados como los mejores para encabezar diferentes proyectos informativos, donde si bien los intereses comerciales influyen, ya no lo es tanto como sucedió en el Siglo XX, para desarrollar servicios informativos de calidad.

            También esa situación recuerda que el 8 de julio de 1976, se registró el llamado Golpe de Redacción en Excélsior, cuando tuvo que salir Julio Scherer de ese periódico, el más importante por su espíritu crítico en esos momentos, donde el golpe fue alentado por el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez.

            Lo que en ese momento se pensó, acallar voces críticas tanto en la información como en la opinión no resultó así, y en cambio, se multiplicaron los medios con visiones periodísticas diferentes; al mes de la salida de Scherer empezó a funcionar la agencia de noticias CISA, siglas de la razón social de la empresa denominada Comunicación e Información S. A., formada con aportaciones tanto de artistas que subastaron obras, como de personas interesadas en la existencia de un medio informativo crítico, lo cual sucedió con la aparición de la revista Proceso el 8 de noviembre de 1976, a cuatro meses del citado golpe y a un mes de que concluyera el sexenio de Luis Echeverría.

            Pero, además de esa agencia y revista, otros periodistas también formados en Excélsior impulsaron otros proyectos informativos, como sucedió con Unomásuno, la revista Mira, El Financiero y, más adelante, La Jornada.

            Lamentablemente en el caso del Unomásuno se registraron diversos problemas internos entre Manuel Becerra Acosta, su director general, con un grupo de periodistas, los cuales derivaron entre otras cosas, en la creación de La Jornada, pero el proyecto inicial se perdió y actualmente Unomásuno es un medio más del montón.

            De esta forma se debe reconocer que, finalmente, en este siglo existe y se cuenta con un periodismo variado, para todos los gustos y criterios, donde son pocos los casos de represión a comunicadores, en especial en el estado de Veracruz y el muy discutido caso de Carmen Aristegui, pero en general existe libertad de expresión,

            Pero ahora, también se debe reconocer, no solo los medios de información tradicionales sirven para que las personas expresen sus inconformidades, probablemente en algunos casos en forma excesiva, pero es mejor que sea así a ser reprimidos y callados, y adicionalmente existen medios que conforman las redes sociales.

            Ahora solo resta esperar que los nuevos conductores de televisión asuman sus responsabilidades y estén a la altura de los retos que se esperan y, finalmente, respondan a los intereses de la sociedad y no de unos cuantos, donde la verdad ya no es tan fácil ni tan manipulable.

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