Maullidos Urbanos: Designación incómoda
Gato de Barrio
Aún no es declarado como presidente electo y Andrés Manuel López Obrador ya empezó a hacer designaciones en su gabinete, tanto de primer nivel como en dependencias estratégicas para la nación, nombramientos que en lo general han sido bien recibidos hasta que anunció que Manuel Bartlett Díaz como presunto nuevo director de la Comisión Federal de Electricidad.
Quizá la anterior designación que causó cierta inquietud fue cuando desclavó a Héctor Vasconcelos como futuro secretario de Relaciones Exteriores y, en su lugar, designó a Marcelo Ebrard, pero no se registraron quejas.
En cambio, en el caso de Bartlett Díaz las impugnaciones han sido más abiertas y no únicamente entre la población en general, sino entre personas que sin ser militantes de Morena han expresado su constante apoyo a López Obrador desde hace años.
La inconformidad no es solamente por su pasado priista, como la tienen muchos otros que actualmente están a su lado, como ha sucedido con otros panistas y perredistas, sino por su desempeño en los comicios presidenciales de 1988, cuando era Secretario de Gobernación y en su carácter de presidente de la entonces Comisión Federal Electoral, declaró la caída el sistema y, con ello se le otorgó el triunfo a Carlos Salinas de Gortari y la derrota de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Esa situación no ha sido olvidada por sectores de izquierda quienes ven con recelo a Bartlett pero, sin embargo, el mismo López Obrador lo ha defendido. A su regreso de su visita a la Selva Lacandona expresó que ese político lleva años defendiendo a la industria eléctrica nacional, por lo que decidió proponerlo para ese cargo. Respecto a su pasado, aseguró que se debe considerar su experiencia como secretario de Gobernación y de Educación Pública y que, por lo menos los últimos 15 años, se ha dedicado a defender la industria eléctrica.
Por su parte en sus primeras declaraciones el político poblano anunció que su propósito al frente de la CFE, será ofrecer electricidad barata a la población mexicana, además de revisar la situación en que está la empresa. Dijo que entre las tareas está impulsar la producción de electricidad y revisar toda su estructura y buscar tener la mejor relación con los trabajadores.
Por lo que se ve, no hay marcha atrás en esta designación. Sus consecuencias, tanto en su desempeño como en el terreno político no son fáciles de advertir, pero como sucederá con la administración de López Obrador se le deberá conceder el beneficio de la duda y ver cómo atiende la problemática eléctrica en el país.