Maullidos Urbanos: Algo funciona mal en Morena
Gato de Barrio
SI bien el partido político Morena logró consolidarse como la primera fuerza política a nivel, gracias a la figura e imagen de Andrés Manuel López Obrador, su principal impulsor, cuando ya están en funciones sus legisladores federales y estamos a semanas del cambio del titular del Poder Ejecutivo, empiezan a generarse varias situaciones que muestran fisuras a su interior.
Debe recordarse que en las dos primeras candidaturas presidenciales, López Obrador contó con el respaldo de alianzas de varios partidos encabezados por el PRD, pero en los cuales no mantenía el control total de las campañas; por eso se aprovechó de la militancia del Sol Azteca para crear un partido donde él tuviera el control total, y ahora es su partido.
Eso lo logró a través del Movimiento Nacional de Regeneración Nacional, del cual como presidente además de organizar su victoria electoral, armó una estrategia para dominar el panorama político, colocando en sitios estratégicos a personas cercanas y en las cuáles confía.
Si bien muchos de esos simpatizantes le tienen una gran lealtad, en cambio carecen de experiencia en el campo de la política, lo cual resulta comprensible pero no justifica que cometan probables errores o se generen presuntas disputas entre ellos, porque en su posición deben ser muy cuidadosos, de lo contrario serán blanco de severas críticas tanto de sus adversarios como de sectores sociales que no resultan afines.
Por ejemplo, recuérdese que una primera falla fue cuando se publicitó que el Papa Francisco participaría en los foros de pacificación, lo cual fue desmentido de inmediato por El Vaticano y se debió reconocer el error.
Se han generado otras situaciones que evidencian problemas al interior de Morena. Una es la reiteración de Ricardo Monreal, en su papel de presidente del Senado, para seguir adelante con su idea de legislar para cancelar las comisiones bancarias, a pesar de haber sido refutado tanto por López Obrador como por Yeidckol Polevnsky, actual presidenta de Morena.
Otro caso es, precisamente, por el anuncio de la citada Polevnsky, quien públicamente afirmó que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, asistiría al acto de toma de posesión de López Obrador, anuncio que de inmediato fue desmentido por el futuro voceo presidencial,
Esos son detalles que se han hecho públicos pero no debe descartarse otros más mantenidos en secreto o muy privados. Ante ello López Obrador debe ajustar esas situaciones a la voz de ya, de lo contrario cuando asuma la presidencia serán problemas cuya resolución cada vez resultará más difícil, con sus inevitables consecuencias negativas.