Maullidos Urbanos/ Problemas con la gasolina
Gato de Barrio
Cuando se presenta algún problema, para su resolución no bastan las buenas intenciones, sino que se requieren acompañar de las mejores estrategias que obtener los mejores resultados. Esta situación se comprueba con el actual problema de desabasto de gasolinas en varias entidades del país.
Sucede que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador buscó frenar las actividades del huachicoleo, es decir el robo de combustibles mediante tomas clandestinas de los ductos de Petróleos Mexicanos para revenderlos ilegalmente, pero al cerrarse estas vías de distribución se recurrió al uso de las pipas.
Sin embargo la estrategia resultó fallida, ya que la distribución de las gasolinas resulta más lenta e insuficiente para cubrir la demanda normal en las gasolineras, provocándose que resulte mucho mayor la demanda y no se puede cubrir debidamente, razón por la cual muchos expendios han tenido que dejar de funcionar.
Además, el problema no es solamente para los automovilistas sino para gran cantidad de prestadores de servicios y de comercios, incluso hasta de trabajadores que requieren de la gasolina para desarrollar sus actividades. Por ejemplo, personas como taxistas, repartidores de productos alimenticios como pan, leche, pizzas, comida a domicilio requieren cargar sus unidades de gasolina todos los días para cumplir con sus actividades comerciales.
También existen personas que requieren de gasolina, como los afiladores de cuchillos y tijeras o quienes podan pasto, que necesitan del combustible para funcionar sus maquinarias.
Existen otros afectados con el cierre de las gasolineras, como son los despachadores de las bombas, quienes complementan sus raquíticos salarios con las propinas de quienes acuden a cargar el combustible. No debe omitirse que muchos servicios públicos como la recolección de basura, la vigilancia policíaca, bomberos, ambulancias, entre otros, quienes sin gasolina no podrán laborar adecuadamente, donde los afectados será la población.
Ya con todo lo anterior se establece que la estrategia para anular el huachicoleo resultó fallida, por lo que debe pensarse en otras acciones que no resulten lesivas para la población en general y sus lamentables consecuencias.
A pesar de que las autoridades afirman que sí hay gasolina, el problema se reduce a que la distribución resulta insuficiente, lo que debe resolverse a la brevedad antes de que se genere una mayor inconformidad social.