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ALEBRIJES EN CUADRATINES: NECESARIO FOMENTAR LA LECTURA

Alebrijes en cuadratines

Necesario fomentar la lectura

Adrián Chavarría Espinosa

 

De acuerdo con Rosa María Camacho Quiroz, catedrática e investigadora de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, más de 70% de los mexicanos no lee un solo libro al año. Ella consideró que son varios los factores económicos, culturales y pedagógicos que intervienen para que la lectura, entendida como la práctica que conjuga la adquisición de conocimiento con placer, no sea una rutina común entre la población mexicana.

            Por su parte la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, la Unesco, tiene un panorama un poquito menos –podría calificarse- de negativo, ya que según sus análisis en promedio los mexicanos leen 2.8 libros al año y sólo el 2% de la población tiene como un hábito permanente la lectura,

            Sin embargo a pesar de que la Unesco considere que los mexicanos leen un poco más, en comparación al estudio de la catedrática de la UAEM, no resulta de mucha utilidad, ya que ese organismo internacional ubica a México en el penúltimo sitio de una lista de 108 naciones en el índice de lectura. En comparación, en Japón el promedio de lectura es de 47 libros al año.

            De acuerdo a la Encuesta Nacional de Lectura, citada por la Cámara de Senadores de México, se precisa que mientras el 41% de la población dedica su tiempo libre a ver televisión, menos de 12% se dedica a leer. Entre los jóvenes de 12 a 17 años, 30% dice que no les gusta esta actividad, 61% que “no tiene tiempo” y 48% afirma que nunca ha acudido a una biblioteca.

            En el mes de abril, en los actos relativos al Día Internacional del Libro, los senadores mexicanos advirtieron también que la lectura de la población general en México disminuyó de 54.6% en 2006 a 46% el año pasado, es decir, menos de la mitad de la población lee y 40% “nunca ha entrado a una librería”.

            Ante ello el pleno de la Cámara Alta aprobó la constitución del Comité del Fomento a la Lectura, con la finalidad de impulsar este hábito. Pero después de la integración de ese comité no se sabe de alguna acción concreta para alcanzar ese fin.

            Aunque suene irónico esta situación tiene varias lecturas, siendo una de las principales el desinterés de las personas por acostumbrarse a leer y ya no digamos libros, sino periódicos o revistas que generen un beneficio educativo o intelectual para el lector, no impresos con chismes de artistas o con noticias sensacionalistas.

            Se debe reconocer que en los ámbitos federal y estatal se han creado varios programas para alentar este hábito; por ejemplo con Salas de Lectura, Olimpiadas de Lectura, El Rincón del Libro, Para Leer en Libertad, pero lamentablemente ni aun así se ha logrado una respuesta social positiva.

            Y es que no es solamente el crear el hábito de cualquier lectura, sino propiciar aquella que genere en las personas inquietudes, interrogantes, que le obligue a cuestionar con bases serias y fundadas su situación social; que se informe a través de medios serios de su realidad, para no dejarse llevar por rumores, ideas sueltas o lo que presuntamente señalan los autodenominados líderes de opinión.

            Si en verdad se logra que los mexicanos lean, sin duda se registrarán avances económicos, políticos y sociales. Ahí está la muestra de Japón, una nación que resultó devastada tras la Segunda Guerra Mundial casi al terminar la primera mitad de siglo XX y actualmente es una de las mayores potencias mundiales.

            Pero mientras prefiera informarse a través de medios amarillistas y manipuladores, leer revistas “sensacionales” que poco aportan culturalmente, será más difícil superar la calidad de vida que tienen en general los mexicanos.

            Ahora que las autoridades educativas, tanto federales como estatales promueven el uso de tabletas y computadoras, debería iniciarse una campaña para que a través de estos instrumentos los alumnos de primaria y secundaria, en especial, se aficionen a la lectura y a un bajo costo.

            Si se les integran libros electrónicos en esos dispositivos, no tendrán que realizar gastos extras o si bien se dispone de algún sitio donde puedan descargar lectura, entonces se les podría fomentar ya como hábito la lectura. Lamentablemente los resultados y beneficios de esta propuesta, en caso de que se implementara, tardarían tiempo en ofrecer resultados, pero nunca es tarde para comenzar.

Ya lo dijo el filósofo chino Lao Tsé: un largo camino empieza por el primer paso, y estos son buenos momentos para aprovechar la tecnología e impulsar la buena lectura.

 

Para comentarios está a su disposición el correo ache57@yahoo.com.mx

 

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