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Alebrijes en Cuadratines: Las Ganancias de los Muertos

Alebrijes en cuadratines

Las ganancias de los muertos

 

Adrián Chavarría Espinosa

 

Normalmente las personas se preparan durante su niñez y juventud para cuando le corresponda llegar a su edad productiva logre desarrollar un trabajo digno y honrado, que le permita la subsistencia personal y familiar en condiciones más o menos cómodas o desahogadas.

En muchas ocasiones no es necesario el haber estudiado alguna especialidad universitaria para asegurar ingresos económicos suficientes que les permitan cumplir con la condición anteriormente referida, ya que un buen electricista, plomero, mecánico o carpintero que desarrolle su especialidad con calidad, a precios justos, siempre tendrá clientela que le busque.

Pero lamentablemente la realidad es totalmente diferente de la propuesta ideal de que cuando una persona trabaja a lo largo de su vida, llega a tener mejores condiciones, incuso ascender en la escala social. Diariamente vemos a personas que desarrollan su labor pero no progresan, por múltiples razones.

En el caso de los artistas sucede algo especial: cuando fueron reconocidos en vida, aún logran excelentes ingresos después de muertos. Bueno, existen excepciones. Está el caso del pintor Vincent Van Gogh, quien tuviera una más o menos prolífica actividad productiva, pero con la mala suerte de que en vida no logró vender ninguna de sus obras, por lo cual falleció en la pobreza absoluta, pero ahora sus cuadros se cotizan a precios elevados.

Recientemente y en términos de artistas, ya sea del cine, la música o las letras, cuando sucede algún evento fuera de lo común, como haber sido designado ganador de algún premio o reconocimiento, por ejemplo el Nobel de Literatura o el Óscar por participar en alguna cinta, automáticamente crece el interés sobre las personas y su obras de inmediato registran gran demanda.

Otro evento, menos deseable pero también inevitable, es cuando el artista muere y más si es en un suceso trágico o violento. Tenemos el caso reciente del actor Robin Williams, quien a pesar de representar una imagen positiva, de alegría y buen humor, se suicidó a causa de la depresión.

De inmediato y de todos los formatos, creció la demanda de sus películas, situación que fue impulsada también por la televisión, ya fuera abierta o de paga, cuando reprogramaron varias de sus mejores o más comentadas actuaciones y por espacio aproximado de un mes su imagen se repitió en gran partes de los canales televisivos y por internet.

Pero no es lo único que sucede cuando un personaje artístico muere. De forma discreta pero constante se mantienen las ventas de sus interpretaciones y sin llegar al caso de Van Gogh, de que no disfrutó en vida sus ganancias, la verdad es que los herederos de los famosos aún cobran grandes sumas de regalías.

De acuerdo a un reciente reporte de la revista Forbes, de los artistas fallecidos, quien genera mayores utilidades en los últimos años es Michael Jackson –fallecido el 25 de junio de 2009, aparentemente por una sobredosis de medicina y una mala atención médica-, con la nada despreciable cantidad de 140 millones de dólares

El número dos es Elvis Presley, quien murió el 16 de agosto de 1977 a causa de un ataque cardiaco, tiene ventas por 55 millones de dólares. Además, estos dos artistas generan una industria que ayuda a mantener viva su imagen: la de sus imitadores, oficiales o no, pero que subsisten de mantener constante la figura original.

El tercero en la lista es nada menos que Charles Schulz, nombre que probablemente no le diga nada, pero si se aclara que es el creador de la caricatura de Charlie Brown y todas sus amistades, entre ellos de manera destacada el perrito Snoopy, ya lo ubicará más fácilmente. Este dibujante, quien falleciera de cáncer de colon el 12 de febrero del 2000, genera ganancias por 40 millones de dólares.

La número 4 es la actriz de ojos violeta y múltiples matrimonios: Elizabeth Taylor, quien dejará este mundo terrenal el 23 de marzo de 2011, por una falla cardiaca. Sus utilidades ascienden a 25 millones de dólares. En el quinto escalón se ubica al músico jamaiquino Bob Marley, quien murió el 11 de mayo de 1981 por cáncer. Sus ventas ascienden a 20 millones de dólares.

De los mexicanos célebres, Forbes ubica en el lugar 13 a la cantante Jenni Rivera, quien perdiera la vida el 9 de diciembre de 2012, cuando se estrelló el avión donde viajaba. En los últimos años recaudó siete millones de dólares. Curiosamente ha vendido casi tantos discos después de fallecer como en toda su carrera en vida.

En México y sin tener cifras oficiales o reales, también existen artistas que generan grandes utilidades, entre ellos Cantinflas –de quien recientemente se estrenó una película semibiográfica-, Pedro Infante, Agustín Lara, pintores como Diego Rivera, autores como José Emiiio Pacheco o Carlos Fuentes, por mencionar algunos.

De esta manera, una conclusión es que muchas personas valen más muertas que vivas, pero sin deseos fúnebres o negativos, lamentable o no, todo esto forma parte del negocio del espectáculo y de las Bellas Artes y difícilmente cambiará de sentido.

 

Para comentarios ache57@yahoo.com.mx

 

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