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Alebrijes en Cuadratines: NO ABUSAR DE LA AUTONOMÍA

Alebrijes en cuadratines

 

No abusar de la autonomía

 

Adrián Chavarría Espinosa

 

Sin duda en estos momentos se viven una serie de conflictos sociales relacionados con los sectores estudiantiles de varios puntos del país. Desde el que llama más la atención, que es la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, hasta el paro en el Instituto Politécnico Nacional, quienes a pesar de que las autoridades han mostrado su disposición para tener acuerdos formales, aparentemente existen sectores interesados en prolongar lo más posible la suspensión de clases.

            En el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México, estudiantes de varias escuelas y facultades se ha manifestado a favor de la presentación con vida de los normalistas guerrerenses sin registrarse mayores conflictos hasta el pasado sábado 15 de noviembre, cuando un policía en acatamiento de una orden investigaba el robo y agresión a una alumna, pero lo que sucedió fue un presunto enfrentamiento donde el elemento de vigilancia disparó al aire pero lesionó a uno de sus atacantes.

            (Para precisar: el herido, presunto estudiante, tiene ¡31 años!, es decir, ya muy grande para ser alumno, por lo cual podría ser calificado de fósil, es decir alguien que permanece en una carrera por años sin concluirla.)

            Tras esos hechos se registraron varios sucesos que llaman la atención. Por un lado, el rector José Narro Robles demandaba que no entraran policías a Ciudad Universitaria y, por otro, autoridades del gobierno de la Ciudad de México, disculpándose por la intervención policiaca y el anuncio que sería sometido a proceso penal al agente que, también, resultó herido y tuvo que ser llevado a un hospital.

            Vale recordar que desde los años sesenta se invocaba la autonomía para demandar que no ingresaran fuerzas del orden a las instalaciones universitarias, por lo cual se entendió que éstas eran un sitio independiente que no cualquiera podía ingresar.

            Pero, considero, esa es una idea errónea ya que la autonomía consiste en poderse organizar y desarrollar sus actividades de manera independiente, sin necesidad de solicitar permisos o autorizaciones de otras autoridades.

            En el caso de Ciudad Universitaria, aunque existe un grupo de seguridad de la misma UNAM, resulta insuficiente para mantener el orden. Tan solo y de acuerdo con una nota de la sección Ciudad del periódico Reforma, en promedio se denuncia un robo diario por estudiantes, maestros, empleados y hasta visitantes en la Agencia de Atención Especializada, sin embargo la estadística puede ser mucho mayor por los casos no denunciados.

            Pero, también sucede que el auditorio Justo Sierra, renombrado como Che Guevara por presuntos alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras –por cierto, el más grande en toda CU- , mismo que parece ser desde el año 2000 un sitio privilegiado, donde se organizan para actividades violentas sin que diferentes periodos de rectores haya sido posible recuperarse para actividades académicas.

            Desde ese auditorio se preparan para realizar protestas, en muchos casos violentas, para hacer marcar su territorio y su presencia. Incluso, de ahí salieron los estudiantes que agredieron al policía el citado sábado sin que se les acuse a ellos de nada, pero en cambio al agente que cumplía con la orden de investigación ya se le anticipa que hasta la cárcel va a dar por varios cargos, cuando reitero, simplemente ejecutaba la orden que se le había emitido.

            Es necesario que las autoridades universitarias recuperen el auditorio Justo Sierra, para que cumpla con los fines académicos asignados, sacar a todos aquellos zánganos que se escudan en la autonomía universitaria para cometer impunemente todos los delitos que se imaginen. Sin duda será un buen paso para mejorar las condiciones al interior de la Ciudad Universitaria.

            No estaría demás investigar a quienes mantienen en su poder ese auditorio, ya que se podrían ubicar a pseudoestudiantes dedicados a realizar actividades violentas, enmascarados en sus pasamontañas y paliacates de anarquistas. De seguro varios de ellos han participado en hechos como el incendio de la unidad del metrobús y de una estación en avenida Insurgentes, así como bloqueos de edificios públicos y actos violentos en manifestaciones que sirven de pretexto para cometer sus fechorías.

            De lograrse erradicar a esas persona que no merecen ser llamadas universitarias, se logrará además de mejorar las condiciones de tranquilidad, recuperar instalaciones educativas y desactivar un sitio de constante y latente violencia, donde toda la sociedad lo agradecerá.

Para comentarios está a su disposición el correo ache57@yahoo.com.mx

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