ColumnaCulturaFOTO

José Alfredo Jiménez nunca fue músico / Maullidos Urbanos

Gato de Barrio /

gatodebarrio@yahoo.com.mx /

Sin duda son ampliamente conocidas las canciones del guanajuatense José Alfredo Jiménez, mismas que no solo han sido interpretadas por reconocidos cantantes, nacionales como extranjeros, también por muchos de nosotros tanto en fiestas como en situaciones de tristeza o amargura por algún problema amoroso.

Usted estará de acuerdo en que a pesar del cambio de modas musicales muchas de sus canciones siguen vigentes, también coincidirá en que sus letras resultan expresivas, muy descriptivas del amor, en particular las que dedicó a su esposa Paloma Gálvez, mismas que pueden aplicarse a muchos otros de sus amores.

Lo que también debe reconocerse es que José Alfredo no era un músico, incluso no sabía tocar ningún instrumento, era un poeta a quien a sus textos les agregaron melodías, Entonces, ¿cómo es que esos poemas se transformaron en canciones?

Todo lo anterior se recuerda por el reciente fallecimiento del músico, compositor, arreglista y productor Rubén Fuentes, aunque especializado en música ranchera es también autor de canciones como “Cien años”, “La Bikina”, “Ni princesa ni esclava”, entre otras y quien colaborara con José Alfredo.

Así trabajaban: después de que José Alfredo terminaba con la letra de una canción, es decir, terminaba una poesía, entonces acudía con Fuentes para presentarle su texto y proponerle cómo debía ser la música, entonces ¡se la silbaba! Es ahí cuando entraba la magia de Fuentes, quien únicamente con ese pequeño respaldo se ponía a trabajar en el arreglo musical para poder terminar con la canción y difundirla públicamente.

También el guanajuatense era un empedernido enamorado y, además de dedicarle canciones a su esposa, otras mujeres sirvieron de musa para crear otras como «Amanecí en tus brazos», para Lucha Villa; «El rey», a Alicia Juárez; para Columba Domínguez «Si nos dejan»; para Cristina Fernández, una novia de juventud, compuso «Ella», aunque erróneamente se dijo que era para María Félix. Incluso las escribía bajo pedido como «Despacito», a solicitud de Pedro Infante para Irma Dorantes.

Lamentablemente también recurría al alcohol para inspirarse, lo cual le provocó una cirrosis hepática que lo llevó prematuramente a la muerte, la cual sucedió en la Ciudad de México, el 23 de noviembre de 1973, a la edad de 47 años. Sin duda la dupla Jiménez-Fuentes resultó ser exitosa para la música mexicana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.