Nota InformativaUncategorized

CAMBIAR DE ACTIVIDADES AGROPECUARIAS A EMPLEOS INDUSTRIALES, TRANSFORMÓ LA ESTRUCTURA SOCIAL: ICAR

 

  • Ejemplo de ello es la familia, así como la pérdida relativa de lazos familiares, el abandono de costumbres y tradiciones, aseguraron investigadores del ICAR de la UAEM.

 El cambio de actividades agropecuarias por empleos industriales condujo a trasformaciones de la estructura social; ejemplo de ello es la familia -que hasta hace unas décadas era una institución importante del núcleo social-, así como la pérdida relativa de lazos familiares y el abandono de costumbres y tradiciones, aseguraron investigadores del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Xochitl Jasso-Arriaga, Ángel Roberto Martínez Campos y Cristina Chávez Mejía agregaron que en la actualidad, la familia se caracteriza por ser individualista y anónima, lo cual conlleva a la marginación total, pero también con este tipo de acciones se compromete la seguridad alimentaria de estas familias, ya que cada día dependen más de los sectores secundarios y terciarios para el suministro de alimentos.

Los autores de la investigación titulada “Variables que influyen entre el complemento de la milpa y animales de traspatio y bases para el diseño de políticas de seguridad alimentaria” también refirieron que la importación de alimentos -que no son accesibles para todos, son poco nutritivos y de los cuales no se ha comprobado su inocuidad- ha favorecido la falta de seguridad alimentaria.

Además, puntualizaron, el cambio de actividades agropecuarias está favoreciendo el olvido de las prácticas tradicionales productoras de alimentos locales, siendo éstas la base de la seguridad y soberanía alimentaria.

Ante ello, los investigadores de la Máxima Casa de Estudios mexiquense hablaron de la necesidad de impulsar la integración entre el campo y la ciudad desde una perspectiva económica sustentable de consumo local comunitario, reconociendo la estrecha relación entre la alimentación y la identidad cultural.

De igual manera, aceptando la incorporación de actividades del sector secundario y terciario, sin dejar de hacer milpa, criar animales de traspatio y tener huertos de hortaliza y frutales, a fin de tener una seguridad alimentaria, la cual consiste en la disponibilidad, acceso y continuidad de alimentos inocuos y nutritivos para la satisfacción de sus necesidades alimenticias, con el propósito de que tengan una vida activa y sana, concluyeron los investigadores universitarios.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.