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ALEBRIJES EN CUADRATINES

Alebrijes en cuadratines

 

Dudas sobre nuevas sanciones

 

Adrián Chavarría Espinosa

 

Recientemente el Congreso del Estado de México aprobó la iniciativa enviada por el gobernador Eruviel Ávila Villegas para reformar al Código Penal, a fin de sancionar con prisión a aquellos conductores que manejen un coche pero al cual le falte una o ambas placas o se carezca de la tarjeta de circulación, situación que ahora serán consideradas como delitos y no faltas administrativas.

            Esa medida se alcanzó con el voto mayoritario de los diputados del Partido Revolucionario Institucional y otros afines, ya que la bancada panista abandonó la sesión legislativa como protesta por lo que llamaron “criminalización de los ciudadanos inocentes”.

            Así, mientras el diputado panista el Alfonso Bravo denunció que en reuniones legislativas previas se había acordado retirar este punto, debido a que ésta ya se consideraba una falta administrativa en el reglamento de tránsito, los legisladores priístas minimizaron el hecho y aseguraron que el delito de no portar placas solo se aplicará cuando no se porten ambas.

            A primera vista esta medida debería ser considerada como positiva, al argumentarse que de esta manera se evitara que delincuentes utilicen unidades sin identificación para cometer actos ilegales y hasta criminales, como sucede comúnmente.

            Pero, ya en un análisis más profundo esta nueva medida se podría prestar a nuevos actos de corrupción, como ha sucedido con otras que se anunciaron y aplicaron anteriormente, donde sin verse resultados positivos lo que han generado ha sido beneficios personales para malos servidores públicos y otras personas que resultan ser cómplices.

            Por ejemplo, el programa de verificación vehicular, donde desde sus inicios y a pesar de las presuntas medidas de supervisión, se han registrado múltiples formas de venta irregular de calcomanías, mismas que se han desarrollado a la par de medidas para endurecer las medidas con las cuales se pretende alcanzar mejor medio ambiente.

            Posiblemente el único programa que se ha mantenido sin problemas en su aplicación, donde además han sido sancionados diferentes figuras públicos, desde políticos, artistas hasta deportistas, han sido el del alcoholímetro, el cual sin duda ha servido para evitar accidentes donde se hubieran registrado personas heridas y quizá hasta muerta. Ojalá y se mantenga al margen de malos manejos.

            Pero así como ahora se endurecen las medidas para quienes conduzcan sin placas o tarjeta de circulación, han existido otras que han pasado a ser letra muerta como viajar sin cinturón de seguridad, estacionarse en banquetas,  pasarse los altos, evitar quedar en las rayas peatonales, tener vidrios polarizados, entre otras.

            Son medidas que ya están sancionadas pero que no son aplicadas como debiera y, cuando sucede, es para que el elemento de tránsito saque su tajada extra para su bolsillo.

            Así, por ejemplo, cuántos coches circulan cotidianamente sin placas, con vidrios oscuros con placas de otras entidades sin saber si son vigentes, también con identificaciones ya obsoletas u y ni siquiera son detenidos para su revisión; además, en muchas ocasiones hasta carecen de calcomanías de placas en sus cristales, vamos no siquiera las correspondientes a las verificaciones semestrales.

            Otros conductores ubican sus placas al interior del vehículo para que no se les retiren en caso de alguna infracción o, peor aún, quienes mandan duplicar sus placas pero con otras medidas para que se acomoden mejor en los sitios asignados para sus vehículos, con lo cual considero existen una irregularidad: duplicar un documento oficial ilegalmente, ya que la placa original está guardada mientras que portan la clonada y hasta posiblemente con datos falsos.

            Ni que decir de los camiones de pasajeros que sin ningún problema, además de circular en segunda o hasta tercera fila, en esos carriles suben y bajan pasaje, se pasan olímpicamente la señal en rojo de los semáforos, llevan a todo lo que da el volumen de sus aparatos de radio o reproductores de música, entre otros detalles y en múltiples ocasiones ante la vista de elementos de tránsito quienes ni siquiera les llaman la atención.

            Sólo cuando sucede un lamentable y mortal accidente, es cuando se elevan las voces de inconformidad acerca de estos cafres, pero dos o tres días después, cuando otras informaciones sepultan el hecho trágico todo regresa a la presunta normalidad.

            Considero que si se impulsara una verdadera cultura cívica para todos los conductores, incluidos los de autos particulares, donde también se incluya la verdadera y estricta aplicación de las leyes y reglamentos, no sería necesario elevar a nivel de delitos las faltas administrativas.

            También, de esa manera, el conductor no quedaría a expensas de ser objeto de mordidas o sanciones inventadas y, ya de paso, recobrar el respeto a las autoridades. Ojalá y fueran ideas utópicas sino hechos reales.

Para comentarios queda a su disposición el correo ache57@yahoo.com.mx}

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