Maullidos Urbanos / Situación política en Perú
Gato de Barrio /
La izquierda latinoamericana sufrió un par de duros reveses. El primero, la sentencia de seis años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por defraudación al Estado para Cristina Kirchner, exmandataria y actual vicepresidenta de Argentina, aunque por el momento no irá a prisión, ya que el fallo debe ser ratificado primero por la Cámara de Casación y la Corte Suprema, lo que podría tardar años.
Lo más grave sucedió en Perú, donde el ahora depuesto expresidente Pedro Castillo intentó un autogolpe de estado, al intentar disolver el Congreso Federal, pero los legisladores respondieron y decidieron destituirlo y designar en su lugar a la abogada Dina Ercilia Boluarte Zegarra, quien se desempeñaba como vicepresidenta.
Como en la política no hay una izquierda única, ya que cada gobierno lo desarrolla de acuerdo a sus condiciones. Aunque Andrés Manuel López Obrador, presidente mexicano, ha expresado ser de izquierda, con sus acciones y programas los analistas políticos lo califican como populista con tendencias neoliberales, lo cual rechaza totalmente.
Tras conocerse la nueva situación de Castillo, López Obrador emitió un twitter para culpar de la destitución a los intereses de las élites económicas y políticas que han servido a sus adversarios para consumarla; además, expresó su apoyo a Cristina Fernández, al afirmar que era víctima de una vileza antidemocrática del conservadurismo
Otros mandatarios también expresaron su punto de vista. En Colombia el presidente Gustavo Petro pidió respetar la democracia del Perú apelando a la diplomacia y llamó al diálogo a las autoridades del Perú. Desde Brasil, el aún presidente Jair Bolsonaro calificó de «incompatible» con la constitución del Perú lo sucedido.
Desde Chile Gabriel dijo esperar que la crisis se resuelva a través de mecanismos democráticos y el respeto al Estado de Derecho y manifestó su esperanza de una solución a través del diálogo. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, el gobierno de Pedro Sánchez tras celebrar la destitución de Castillo, expresó su firme a la ruptura del orden constitucional y se congratuló por el restablecimiento de la normalidad democrática.
Lamentablemente Castillo no supo conducir una administración estable, ya que en poco más de un año enfrentó en tres ocasiones intentos legislativos para ser destituido, nunca contó con un gabinete estable y dio bandazos en su forma de gobernar. Ahora, aunque Castillo pida asilo a México, lo que difícilmente sucederá, deberá enfrentar a la justicia en su nación.