El futuro de López Obrador / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio /
En cada oportunidad que tiene –o que busca–, el presidente Andrés Manuel López Obrador critica al exmandatario Felipe Calderón Hinojosa por haberse contratado con una empresa española de energía, que supuestamente benefició durante su mandato, la semana pasada agregó a Vicente Fox Quesada.
Lamentó que haya decidido hacer un negocio con la comercialización de la mariguana, cuando tiene todo un abanico de posibilidades, como la plantación de maíz, trigo y hortalizas: “Pienso que es totalmente reprobable, que quien ocupó un cargo como presidente de México decida dedicarse a un negocio de esa naturaleza” y subrayó: “Independiente de que si es legal o no, es una inmoralidad».
Aunque no de igual forma, ocasionalmente critica a Ernesto Zedillo Ponce de León por el mismo motivo que al político michoacano: por trabajar para empresas extranjeras que resultaron beneficiadas en su gestión, A quienes casi no menciona son a Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, porque aparentemente ellos se mantienen al margen de actividades laborales y solo los cita por razones políticas.
Pero la duda surge en el caso del tabasqueño: ¿qué va a hacer cuando termine su mandato?, ¿de qué va vivir cuando decida irse a radicar a su rancho?, ¿a cuánto ascienden sus ahorros?, ¿tendrá derecho a una pensión por parte del ISSSTE, además de la adulto mayor que podrá solicitar por la edad?, ¿a cuánto ascenderán las regalías por sus libros?
Recordemos que además de haberse reducir el sueldo como presidente, obligando a todos los servidores públicos a que no nadie lo superara, también estableció que al término de sus funciones los funcionarios federales que busquen integrarse a la iniciativa privada tendrán un impedimento legal de 10 años para hacerlo. También canceló los fondos de ahorro, donde por cada peso que aportara el servidor, el gobierno ponía otro hasta un determinado límite.
Entonces, ¿de que vivirán tanto López Obrador como todos los demás funcionarios, considerados como personal de confianza, que se queden desempleados en 2024?
El fondo de ahorro era, precisamente, para que el exfuncionario tuviera un respaldo mientras podría volver a tener empleo ya fuera en el servicio público o en la iniciativa privada, pero ahora estará más limitado para acudir a la segunda opción, ya que si antes era un año ahora deberá ser por una década.
Sucede que al “personal de confianza”, al cual trabaja en días festivos, en fines de semana o periodos vacacionales cuando se requiere, sin una remuneración extra o sin recibir bono alguno por desempeño, se le solicita su renuncia cuando sucede un cambio de titular en el área donde se desempeña.
Recientemente López Obrador envió una iniciativa para ajustar los lapsos en los cuales los funcionarios están impedidos para emplearse en la IP: nueve años en el caso de un secretario de Estado; ocho en un subsecretario o equivalente; seis años en un titular de unidad administrativa y cuatro años un director general, gerente o cargo similar. Pero, sinceramente, no resulta de mucha ayuda para quien quede sin trabajo.
En los casos de Calderón Hinojos y de Zedillo, ellos tienen preparación académica y experiencia laboral, por lo cual fueron convocados a ser contratados. Pero ¿qué sucede con el actual presidente, quien se jacta de no tener tan solo una tarjeta de crédito?
Según su currículum oficial es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM, y sus únicos empleos oficiales y remunerados han sido como director del Instituto Indigenista de Tabasco, director de Promoción Social del Instituto Nacional del Consumidor, Jefe de Gobierno del Distrito Federal y actualmente presidente de la república.
La gran incógnita ha sido ¿de qué ha vivido cuando ha desarrollado sus campañas proselitistas? Nunca se ha aclarado esta duda. Además, posiblemente por el poco tiempo que aportó recursos al ISSSTE muy probablemente no alcance a obtener una pensión.
Ante las criticas expresadas contra sus antecesores, sin duda resultará interesante conocer cuáles serán los ingresos que tenga López Obrador a partir de octubre de 2024, cuando entregue la presidencia a su sucesor, ya que no tendrá muchas opciones, al menos legales y, aparentemente, sin grandes ahorro, pero recuérdese por qué se le ha llamado “El rey del cash”.