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Alebrijes en Cuadratines / Recta final del sexenio de López

 

Adrián Chavarría Espinosa /

ache57@yahoo.com.mx /

La actual administración federal, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha entrado en su recta final, ya que para el primero de octubre del próximo año deberá entrar en funciones quien resulte ganador en las elecciones del 2 de junio de 2024.

El pasado sábado, durante su gira de trabajo por el Estado de México, más exactamente en Texcoco, acompañada por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez –nativa de ese municipio–, expresó que a un año para concluir su mandato, el poder no se le ha subido a la cabeza, y se dijo tranquilo “porque hay un relevo generacional que va a continuar la transformación”.

Textualmente dijo: “A nosotros no se nos subió el poder, no hemos perdido el piso, sabemos de dónde venimos y a dónde vamos, y nuestro amo siempre será el pueblo de México, porque queremos democracia”, y reiteró que en México la oligarquía, “el gobierno de la minoría, de los ricos con fachada de democracia” ya se acabó y que ahora, en su gobierno -según él- hay una “auténtica democracia”.

Según sus consideraciones, puntualizó que puede dejar la presidencia e irse tranquilo porque ya dejó un relevo generacional que continuará con la Cuarta Transformación: “Me voy tranquilo porque hay relevo generacional, y hay quienes ya están recibiendo a nivel nacional el mando. Ya entregué el movimiento de transformación, entregue el bastón, y en un año la banda presidencial, pero me voy muy tranquilo porque quienes me van a sustituir van a ser mujeres y hombres con convicción y van a continuar la transformación”, reiteró.

“Yo me tengo que retirar porque termina mi mandato y soy maderista, soy partidario del sufragio efectivo, no reelección; además, no hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero”, dijo.

Al enumerar sus pendientes por cumplir, López Obrador admitió que entre ellos se encuentra la mejora del sistema de salud, pero se justificó al manifestar que la pandemia y la corrupción frenaron su proyecto: “Nos ha costado muchísimo porque llegó la pandemia, tuvimos que sacar adelante al sector salud, lo logramos, se consiguieron las vacunas, 200 millones de dosis, y en cinco meses vacunamos con una primera dosis a todos los adultos mayores”.

También agregó: “eso ayudó mucho, pero no se pudo echar a andar el sistema de salud pública (porque) además estaba echado a perder el sistema de salud, sobre todo, mucha corrupción en la compra de medicamentos, en todo”. Explicó en que “ahora hicimos el compromiso de que antes de que termine, vamos a tener un sistema de salud pública de primera, como de los mejores del mundo; ya estamos trabajando en eso”.

Si bien, al inicio de su gobierno desapareció al Seguro Popular para sustituirlo por el Instituto de Salud para el bienestar, el cual fracasó totalmente, al grado de que fue cancelado y ahora se trabaja para implementar el llamado IMSS-Bienestar, el cual no ha resultado convincente ni para los mismos trabajadores del sector salud, quienes han expresado sus diversas inquietudes, entre ellas las de su propio futuro laboral.

Cuando ya le quedan menos de 365 días para cumplir otros de sus compromisos expresados en campaña, destaca lo sucedido en estos días: no haber aclarado la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa, hecho que ha molestado de sobremanera a los padres y compañeros de esos estudiantes,

Aunque ya inauguró otras obras, todavía no han sido funcionales al 100%, como han sido la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, donde apenas ha logrado refinar unos cuantos barriles de gasolina; el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, que opera a medias, con unos cuántos vuelos, en comparación con los registrados en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, además de estar inconclusos vialidades y medios de transporte.

Otro pendiente es la descentralización de las secretarías de estado al interior del país, donde aparentemente varias dependencias ya “operan” en ciertas ciudades pero lo hacen con un reducido número de personal, mientras otras dependencias están sumamente rezagadas.

En materia de seguridad, a pesar de sus constantes reportes de mejoría en cuanto a reducción del índice de diversos delitos, las acciones del crimen organizado avanzan cada vez más y ocupan nuevos territorios.

Respecto a su proyecto de Guardia Nacional, se ha apostado más por la cantidad que por la calidad y, además, sus acciones son más reactivas que propositivas, por lo cual no ha podido combatir a la delincuencia, tal como era su propósito. No se debe olvidar que López Obrador fracasó en su iniciativa para que esta corporación pasara a la Secretaría de la Defensa Nacional, aunque ya anticipó que volverá a insistir en esta propuesta.

Falta ver cómo empieza a operar el Tren Maya de forma incompleta ya que varios de sus tramos registran retrasos en sus construcción, así como la consolidación del Banco del Bienestar que ha incumplido con el número de sucursales prometidas.

En fin, este fue un breve y rápido repaso de los pendientes presidenciales, donde considero que varios de ellos difícilmente podrán ser concluidos en su totalidad, pero demos un voto de confianza para que todo lo comprometido, se cumpla total y cabalmente.

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