Nueva ministra, morenista absoluta / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio /
Por primera vez en la historia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el presidente de la república ejerció su derecho para designar a la magistrada faltante, ante la renuncia de Arturo Zaldivar Lelo de Larrea, para nombrar a Lenia Batres, para mantenerse en el cargo los siguientes quince años, es decir hasta el año 2038.
Esto sucedió porque la mayoría de Morena en el Senado no logró acordar con la oposición los votos para sumar la mayoría calificada, ante las dos ternas enviadas por el Poder Ejecutivo, por lo que se aplicó lo establecido legalmente para cubrir la plaza vacante.
Sin duda esto resultó perfecto para el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha intentado meter mano a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, incluso de los cuatro magistrados que ha propuesto, dos de ellos no han respondido a sus intereses, razón por lo cual los ha llegado a considerar traidores al movimiento de la cuarta transformación.
De acuerdo con los especialistas las otras dos propuestas –Bertha Alcalde Eréndira Cruzvillegas–, resultaban mejores opciones que Batres, ya que la nueva magistrada no solo tiene un indiscutible sello de Morena, sino se le considera una incondicional seguidora de López Obrador.
Sus padres, Cuauhtémoc Batres y Rosario Guadarrama, maestros normalistas, bautizaron a sus hijos con referencia a personajes históricos de la izquierda, A ella le pusieran Lenia en homenaje a Lenin, líder de la Revolución Rusa, y a su hermano Martí, actual jefe de gobierno de la Ciudad de México, por el cubano José Martí.
Si bien la nueva magistrada, quien a los 13 años se integró en las juventudes del Partido Socialista Unificado de México y después pasó por el Partido de la Revolución Socialista, y fundadora del Partido de la Revolución Democrática y de Morena, es abogada con Diplomados: en Ciencia Política en la Habana, Cuba, en Estudios Parlamentarios por la UNAM y en Estudios Electorales por la UAM Iztapalapa, NO tiene trayectoria en la carrera judicial.
Su desempeño laboral siempre ha sido cercano a las responsabilidades de López Obrador, por lo cual definitivamente está ligada al actual mandatario.
Nadie discute que su designación fue legal, pero sucede que todas sus acciones y decisiones quedarán estigmatizadas, ya que ser analizarán a fondo para intentar encontrarle alguna relación con el inquilino de Palacio Nacional, lo cual demeritará su desempeño, a menos que –ojalá, aunque es difícil–, demuestre independencia y objetividad.