Mexicanas, las Ciudades violentas del mundo / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio /
¿Cómo calificaría a un país donde 16 de sus ciudades están clasificadas entre las 50 más violentas del mundo?
Es más, en ese listado no sólo siete están ubicadas entre las diez más peligrosas del globo, también incluye a la que está en el primer lugar, de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal (CCSPJP).
Pues resulta que ese país es, ni más ni menos que nuestro querido México. Sucede que por segundo año consecutivo, según ese análisis, la ciudad más violenta del planeta es Colima, capital del estado del mismo nombre, que en el último reporte arrojó una tasa de 140.32 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Las otras seis en la lista de diez son Ciudad Obregón, Sonora, en el segundo; Zamora, Michoacán, en el cuarto; Manzanillo, Colima, en el quinto; Tijuana, Baja California, en el sexto; Zacatecas, capital de Zacatecas, en séptimo; y Ciudad Juárez Chihuahua, en el décimo.
Las otras ciudades de nuestro país colocadas en el listado de las cincuenta más violentas son Celaya, Guanajuato, en el 12; Cuernavaca, Morelos, en el 13; Acapulco, Guerrero, en el 15; Uruapan, Michoacán, en el 18; Irapuato, Guanajuato, en el 20; León, Guanajuato, en el 23; Chihuahua, capital de Chihuahua, en el 35; Cancún, Quintana Roo, en el 40; y Morelia, Michoacán, en el 45.
Según este análisis, realizado desde hace 16 años de forma consecutiva, de las 50 ciudades enlistadas, 16 están en México; diez en Brasil; seis en Estados Unidos; ocho en Colombia; cuatro en Sudáfrica; dos en Honduras; mientras que Trinidad y Tobago, Haití, Ecuador y Jamaica presentan una ciudad.
Se podrán preguntar por qué no aparece el Estado de México o alguna de sus ciudades, dado que se le considerado como una entidad con gran número de hechos violentos. La razón es que para el estudio se analizan los índices de homicidio públicos y la violencia en ciudades con más de 300 mil habitantes y sin un “conflicto bélico abierto” y los casos se consideran por cada cien mil habitantes.
Aunque desde Palacio Nacional se afirme que se trabaja para terminar con los hechos violentos en el país, pero no se ven resultados, y ni las reuniones del gabinete de seguridad por la madrugada, ni los “abrazos, no balazos”, han generado los resultados necesarios para lograr que la población recupere la tranquilidad perdida desde hace tiempo y que anhela tener una vida más tranquila.