ColumnaFOTOPolítica

Maullidos Urbanos / Malos presagios en Palacio Nacional

Gato de Barrio /

gatodebarrio@yahoo.com.mx /

A lo largo de su trayectoria política, Andrés Manuel López Obrador ha manejado a su conveniencia el término “democracia”, al argumentar que cuando a él o sus seguidores se les reconocen sus triunfos electorales, entonces es “vigente”, pero cuando los resultados le son adversos, acostumbra denunciar “fraudes electorales”.

Lo más recordado fue en 2006, tras su cerrada derrota ante Felipe Calderón Hinojosa, cuando organizó un bloqueo en Paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes en la Ciudad de México: además, en noviembre de ese mismo año se proclamó “presidente legítimo” y creó un presunto gobierno paralelo donde, incluso, tomó protesta a doce integrantes de su gobierno alterno,

Finalmente, en su tercera postulación en 2018 ganó las elecciones presidenciales y desde que asumió el poder, se ha dedicado a impulsar la autollamada “Cuarta Transformación”, donde ahora Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de Morena-PT-PV, se ha comprometido a crear su segundo piso para proseguir con su presunto legado,

 Aunque de acuerdo con diferentes encuestas electorales Sheinbaum aparentemente sería la ganadora, al interior de Palacio Nacional y de Morena parecen ya no tener tanta confianza por lo que desde estos momentos preparan su estrategia para enfrentar una posible derrota en las urnas el próximo dos de junio. Por esa razón, ahora López Obrador retoma el tema de que sus adversarios el Poder Judicial, ya apuestan a un “fraude electoral” o a un “golpe de Estado técnico” para lograr la nulidad de la elección.

Este tema fue citado por el presidente en su mañanera del martes, el cual ha sido mencionado anteriormente en esa conferencia. De acuerdo con el conteo de consultora SPIN, de Luis Estrada, en mil 298 mañaneras López Obrador ha mencionado 167 veces la frase “golpe de Estado”; en cuatro veces “golpe de Estado técnico” y una sola ocasión “golpe blando”.

Según el inquilino de Palacio Nacional, jueces del Poder Judicial están por notificarle que ya no hable nada del proceso electoral, bajo la amenaza de hacer un listado de las supuestas infracciones que cometa. a fin de “darle valor o utilizar las infracciones en el momento de la calificación de la elección. Fíjense por dónde van”.

Insistió: “¿Y mis libertades?, ¿cuáles son sus fundamentos? Ellos pueden calumniar libremente y yo no puedo ejercer mi derecho de réplica, mi libertad, o mis funciones como presidente, que tengo que garantizar que el país se desenvuelva en un ambiente de justicia, de legalidad, de democracia”. Debe recordarse, como lo mencioné en la entrega de esta columna de ayer, que López Obrador impulso que el presidente en turno no debía involucrarse en asuntos electorales, lo cual ahora incumple sin el menor remordimiento o inconveniente.

Conforme transcurran las campañas electorales y se acerque el 2 de junio, deberíamos esperar de parte del presidente el aumento de declaraciones de fraudes anticipados y, aunque le moleste, sería positivo evitarlas no solo por recomendación de autoridades electorales o judiciales, sino por el bienestar social, al evitar una mayor polarización y por el bien de la democracia, es decir la decisión popular expresada en las urnas, le sea favorable o no.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.