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Maullidos Urbanos / Debate presidencial

 

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Tuvo lugar el segundo debate entre los aspirantes a la presidencia de la república donde si bien tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez se declararon ganadoras –Jorge Álvarez Máynez no hizo ningún pronunciamiento al respecto–, la verdad es que deben analizarse varias situaciones para poder definir a una presunta victoriosa.

En primer lugar, no existe un referente objetivo para definir quien tuvo el mejor desempeño ante la audiencia, al carecerse de una forma de evaluación aceptada por todos, desde los mismos participantes, líderes políticos y, en particular, seguidores quienes por supuesto aplaudirán todo lo que califiquen favorable a su favorita y abuchearán a la adversaria.

Entonces no existen parámetros adecuados. Ante ello, lo mejor es comparar lo sucedido en el primer debate con el registrado el pasado domingo y, desde ese punto expresar una opinión considerando, además, la organización del evento por parte del Instituto Nacional Electoral, donde hubo menos errores pero existieron, como la falla de señal de internet en la sala de prensa, lo que generó malestar entre los periodistas asistentes.

En relación a las candidatas, quien sin duda mejoró mucho más ampliamente fue Xóchitl Gálvez, al mostrarse más segura de sí misma y confiada en sus expresiones, aunque para muchos en momentos fue demasiado agresiva, pero también se mostró como la política opositora y combativa en la que confían quienes no están de acuerdo con la llamada 4-T.

En el caso de Sheinbaum, volvió a mostrarse confiada en sí misma, en sus expresiones y ataques, pero hubo un hecho que debió agradar a sus seguidores, mas no a quienes se han mostrado dudosos de expresar su apoyo –además de los simpatizantes de Gálvez–, fue el haber aceptado el tácito regaño del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y es que ahora buscó la forma de destacar los presuntos logros del actual gobierno federal, lo que no sucedió en el primer debate. Si se dicen “presuntos logros”, es porque varias expresiones sobre empleo, deuda, gasolina e inflación resultan cuestionables y hasta falsos.

Lo que si les faltó a ambas candidatas fue ser más propositivas, debieron dar a conocer sus ideas y proyectos concretos para atender y resolver problemas reales de la población.

Ahora falta el tercer y último debate, fijado para el domingo 19 de mayo, a quince días de la jornada electoral. Y en eso deben pensar no solo los candidatos presidenciales, sino todos quienes aspiran a ser legislador federal o local o integrante de algún ayuntamiento: en convencer al ciudadano de ser la mejor propuesta para respaldarlo con su sufragio.

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