ColumnaFOTOUncategorized

ALEBRIJES EN CUADRATINES: JUAN GABRIEL, FENÓMENO SOCIAL

Alebrijes en Cuadratines

Juan Gabriel, fenómeno social

Por: Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

juan-gabriel-1

Sin duda la muerte del cantautor Juan Gabriel ‑Alberto Aguilera Valadez, era su nombre real‑, generó una gran conmoción social, muy probablemente del mismo tamaño que la generada en abril de 1957 cuando falleció Pedro Infante, otro ídolo de la cultura popular mexicana.

            Resulta indiscutible que a Juan Gabriel no se le puede comparar con ninguna otra figura destacada que también han merecido un amplio reconocimiento del pueblo mexicano. De esta forma, por ejemplo, al nativo de Michoacán pero avecindado en Ciudad Juárez, se le reconoce como autor de canciones y cantante, pero no como actor; a Pedro Infante como intérprete de música ranchera y boleros además de actor, pero no como letrista; a Germán Valdes, “TIntán”, como actor cómico, cantante especialista en letras satíricas.

            Así, otros como Jorge Negrete, Agustín Lara, María Félix, José Alfredo Jiménez, Sara García, cada uno tenía una virtud que lo hacía especial y, por ello, el pueblo mexicano los recuerda y mantiene vivos en el imaginario social.

            En el caso de Juan Gabriel tras su inesperada muerte a los 66 años de edad, cuando tenía programada una gira con una gran cantidad de conciertos en México y Estados Unidos, de inmediato diferentes autoridades de los tres niveles de gobierno reaccionaron y anunciaron la organización de reconocimientos y homenajes en su honor.

            Incluso hasta el gobierno federal anunció que, si aceptaban los familiares de Juan Gabriel, sería posible que se le hiciera un reconocimiento en el Palacio de las Bellas Artes, donde en diciembre de 1990 se presentara en un gran concierto, con el cual ese espacio se abrió para otras expresiones artísticas, no solamente las consideradas como cultas.

            También debe reconocerse que Juan Gabriel no gozaba de una simpatía absoluta, ya que diversos sectores lo criticaban negativamente, tanto por su homosexualidad nunca desmentida, como por sus conciertos donde le reprochan sus expresiones amaneradas y hasta las letras de sus canciones.

            Por ello, Nicolás Alvarado publicó una columna en Milenio, donde si bien expresaba su particular y personal punto de vista sobre Juan Gabriel, su redacción y los términos utilizados no fueron los más correctos o adecuados, razón por la cual recibió una gran cantidad de críticas.

            Un punto crítico es que lamentablemente también fungía como director general de TV UNAM; sitio que normalmente es considerado como cultural, donde se abren espacios a todo tipo de manifestaciones artísticas y culturales y, aunque se habló de habérsele limitado o censurado su libertad de expresión la verdad, considero, que simplemente esa actitud lo descalificaba para mantenerse en ese cargo y tuvo que presentar su renuncia.

            Pero han sido más las manifestaciones de dolor por la pérdida del cantautor, tan sólo para comprobarlo mencionar a las personas que se mantuvieron afuera de la casa de Juan Gabriel en Ciudad Juárez, donde el pasado sábado se realizó un primer homenaje o de las que han permanecido de manera alternada entre el Palacio de Bellas Artes ‑donde este lunes 5 se programo el homenaje oficial del gobierno federal‑, y la plaza de Garibaldi, punto de reunión donde se escucha la música vernácula y, además, se encuentra una estatua en su honor, junto a la de otros cantantes.

            Lo indiscutible es que falleció Alberto Aguilera Valadez, pero ahora ya se inmortalizó Juan Gabriel, quien se mantendrá vivo a través de sus canciones, ya sean las que él personalmente interpretó o a través de otros cantantes, por ejemplo Rocío Durcal, quien gracias a sus interpretaciones ahora se le conoce como la española más mexicana.

            Aunque existan otros cantantes u otros autores de canciones, por el momento ninguno se podría comparar con Juan Gabriel; está el caso reciente del también fallecido Joan Sebastian, bautizado por Televisa como El poeta del Pueblo ‑un título sin mucho chiste, empresa que también le hizo una novela sobre su vida‑, pero no se puede igualar la trascendencia de ambos artistas, así lo establece el juicio popular.

            Ahora, una vez que se hagan los homenajes anunciados y que, por decirlo así, se tranquilice el panorama social, esperar a ver cuándo surge otro artista de la talla de los ya inmortales, porque es una condición que lleva tiempo y donde el pueblo en general es el que tiene la última palabra.

            Mientras, a pesar de que algunos lo nieguen de Juan Gabriel tenemos canciones que nos remiten a alguna etapa de nuestra vida, de alguna amistad, algún romance, una decepción, una alegría, en fin un momento de nuestra vida que nos acompañará por siempre.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.