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Alebrijes en Cuadratines: Migrantes en México

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

Las migraciones en el mundo no son fenómeno social reciente; son tan antiguo como la misma humanidad. Tan solo recuérdese que el continente americano se pobló tras la migración a través del estrecho de Bering cuando los cazadores siguieron a los mamuts para tener comida.

            También debe tenerse presente que las migraciones se originan por diversas las causas, ya sea por cuestiones económicas, políticas, sociales y hasta religiosa; además, muchas naciones, como Estados Unidos, que se crearon, nutrieron y crecieron gracias a la llegada de personas provenientes de otras naciones.

            Actualmente se registran movimientos humanos en varias partes del mundo, como son los casos de migrantes de varias naciones africanas hacia Europa, en especial a Italia, Alemania, Francia y Alemania. En América recientemente se hizo noticia la salida de gran cantidad de venezolanos que han buscado en Brasil y Colombia mejores condiciones de vida ante la crisis política y económica causada por los gobiernos encabezados por Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

            Una migración constante ha sido de mexicanos y centroamericanos hacia Estados Unidos, pero las naciones de estas áreas no son las únicas que buscan llegar a ésta nación en la búsqueda de mejores condiciones de vida.

            De acuerdo con el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas        , las diez naciones que en el 2015 registraban los mayores índices de migrantes son Estados Unidos –con una amplia ventaja sobre los demás países‑, Alemania, Rusia, Arabia Saudita, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Francia, Australia y España.

            En el caso de México en su historia ha sido destino de muchas corrientes migratorias como la de libaneses y españoles en el siglo XX pero, además, también ha sido país de donde han salido grades cantidades de migrantes hacia Estados Unidos.

            Pero también nuestro territorio ha sido el paso de quienes esperan hacer realidad el sueño americano, en especial de centroamericanos. Recuérdese que hace pocos años hubo una corriente de haitianos que pretendieron cruzar a Estados Unidos, pero muchos de ellos finalmente decidieron quedarse en Tijuana.

            Ahora, el pasado 12 de octubre inició la primera caravana de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, quienes prácticamente huyen de sus naciones de origen por problemas de violencia y, también, pretenden llegar a Estados Unidos. En total ya son cuatro las caravanas de migrantes que se encaminan a su destino deseado; la primera acaba de abandonar la Ciudad de México y se encuentran entre los estados de Guanajuato y Querétaro.

            Dos más están por llegar a la Ciudad de México y la última está por llegar a la frontera mexicana del sur para ingresar a nuestro territorio, Aunque no existen cifras oficiales o exactas, se calcula que son más de diez mil personas quienes integran estas caravanas.

            Quien ya advirtió que de ninguna forma podrán ingresar estos migrantes al territorio norteamericano es el presidente Donald Trump, quien ya amenazó con utilizar a militares para contener la avalancha humana.

            A los migrantes en México se les ha brindado el mayor apoyo posible y a pesar de haberse intentado contenerlos, finalmente se les ha permitido pasar por nuestro territorio, incluso se les ofreció un programa para que permanezcan legalmente e, incluso, tener la oportunidad de poder trabajar, pero ha sido una cifra mínima quienes aceptaron la oferta.

            En el caso de la primera caravana que ya pasó por la Ciudad de México, considero que la mayoría de sus integrantes no han sabido valorar todo el apoyo ofrecido, tanto por las autoridades federales como locales y, al contrario, se han mostrado soberbios y exigentes.

            Son varias las razones, como no solicitar o pedir que se les apoye con transporte que los conduzca hasta la frontera norte, sino que lo han exigido como si fuera una obligación de parte de los mexicanos conceder todas sus pretensiones. De igual forma, aunque recibieron comida, techo, atención médica, no valoraron realmente todo el esfuerzo que significó este apoyo.

            ¿Cómo entender que gran cantidad de ropa que se les donó quedó abandonada, junto con toneladas de basura en el estadio Jesús Martínez de la Ciudad Deportiva, donde se instaló el albergue donde descansaron casi una semana? Supongo que desconocen que las condiciones climáticas del norte de país son sensiblemente diferentes a las registradas en el centro y sur del país y cuando atraviesen Chihuahua, ¿cómo van a enfrentar las bajas temperaturas?

            Incluso llegaron a responsabilizar tanto a las autoridades mexicanas como a las Naciones Unidas de lo que les llegue a suceder en su trayecto a Estados Unidos, sin considerar, reitero, todo con lo que se les respaldó.

            En fin, falta que pasen por el Valle de México tres caravanas más y ojalá y su actitud sea diferente de la manifestada por la primera, porque de ninguna forma todo lo ofrecido aunque para ellos resultó gratuito pero que representó un costo y no fue nada barato.

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