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Maullidos Urbanos: Estancias infantiles, nuevo frente

 

Gato de Barrio
gato_de_barrio@yahoo.com.mx
El gobierno federal ha abierto un nuevo frente de discusión, el cual se suma a otros que se mantienen vigentes pero ahora implica a importante un sector social: la familia.
Se trata prácticamente de la cancelación del programa de estancias infantiles, implementado desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, con el cual se buscaba apoyar a madres de familia, en especial las solteras, para dejar en un sitio confiable a sus hijos mientras ellas acudían a trabajar.
Las mencionadas estancias en ocasiones eran casas habilitadas como sitios para los menores, los cuales eran supervisados por las autoridades para vigilar que se mantuvieran sin problemas y tuvieran una operación adecuada. El gobierno federal aportaba recursos a sus administradores de acuerdo a los menores atendidos, mientras las mamás no aportaban nada.
Pero ahora, con la nueva administración federal, se redujo el presupuesto asignado en 50% pero sin notificar a los administradores que se iban a cambiar las reglas de operación de las estancias para ya no entregarles a ellos los recursos, por lo que sin necesidad de clausurarlas queda en riesgo su operación.
De acuerdo con lo anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por la serie de irregularidades registradas en ese programa ahora esos recursos se entregarán de manera directa a los padres de familia para que ellos los destinen como prefieran debido a que había irregularidades.
Incluso Carlos Urzúa, secretario de Hacienda y Crédito Público, sugirió que esos dineros fueran para los abuelitos, quienes serían los responsables de cuidar a los menores mientras que las madres acuden a trabajar; incluso, el presidente agregó que también podrían ser los hermanos, tíos u otro familiar cercano.
La realidad es que los integrantes de las familias no pueden hacerse cargo de cuidar a los menores de la misma forma que en una instancia, sitio donde además se empieza con su educación y a iniciar la interacción con otros niños, lo que les serviría en su sociabilización. Incluso, diputadas federales protestaron airadamente por esta decisión.
Sería un error cancelar el programa de estancias, lo recomendable sería revisar su operación y en caso de detectarse irregularidades, sancionarlas y en caso necesario proceder legalmente. Ojalá y la medida sea reconsiderada porque sería una muestra de sensibilidad social, de la que tanto se ufanan las actuales autoridades federales.

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