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Alebrijes en Cuadratines / AMLO y sus confrontaciones

Adrián Chavarría Espinosa /

ache57@yahoo.com.mx /

Aparentemente, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha olvidado varios principios básicos de la política, lo cual se refleja en sus cada vez nuevas confrontaciones, ya que a los neoliberales, a los “periodistas corruptos y chayoteros”; a los conservadores, a los partidos de oposición, entre otros, ahora se suman la iglesia y la comunidad judía.

El tabasqueño ha olvidado cómo todo experimentado político debe tener siempre presente: saber tragar sapos sin hacer gestos, a tener a los amigos cerca pero todavía más cerca a los enemigos, tener la piel tan dura como un elefante para tener los pies bien firmes en el suelo y una piel gruesa para no sentir los piquetes de los mosquitos, es decir de quienes supuestamente lo agreden.

Por ello, desde la diaria conferencia mañanera en Palacio Nacional se ha dedicado a responder agresivamente a todo tipo de crítica que se le formula sobre la forma cómo conduce su gobierno. Según sus expresiones, quienes no coinciden con su forma de pensar están totalmente equivocados. Los exhorta a cambiar de opinión porque, dice, lo hacen las personas sabías e inteligentes, pero él de ninguna forma esta dispuesto a cambiar su punto de vista.

Ahora todo comenzó tras el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, de 79 y 80 años, respectivamente, conocidos por dedicarse a servir a los pobres de las zonas rurales en el estado de Chihuahua, más precisamente en la sierra Tarahumara, así como de Pedro Palma, un guía de turistas quien al ser perseguido por el José “N”, alias “El Chueco”, intentó refugiarse en la iglesia de Cerocahui. Sin embargo los tres fueron ejecutados en ese sitio, además llevándose los cuerpos los cuales aparecieron horas después.

Posteriormente, se reveló que Sigfrido Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, y el Cardenal de la Arquidiócesis de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, habían sido detenidos en diferentes circunstancias en retenes instalados cerca de los límites de Michoacán por grupos delincuenciales para ser interrogados y después permitirles seguir su camino.

Pero la denuncia de Robles Ortega fue más amplia, al asegurar que las autoridades eclesiásticas de las parroquias deben pedir permiso al jefe de plaza para efectuar las fiestas patronales y, además, el crimen organizado les exige el 50% de lo recaudado en los festejos. Incluso incluido el sacerdote jesuita Javier Ávila manifestó que “ya no alcanzan los abrazos”

En respuesta López Obrador subió de tono las críticas y descalificaciones en contra de la Iglesia católica, al señalar que “son hipócritas”, porque los sacerdotes quieren que se resuelvan los problemas del país con violencia,

Expresó: “No son capaces de decirlo, los sacerdotes, y no generalizo, y esas expresiones de que ‘ya no nos alcanzan los abrazos’, ¿qué quieren entonces los sacerdotes?, ¿que resolvamos los problemas con violencia?, ¿vamos a desaparecer a todos?, ¿vamos a apostar a la guerra?, ¿por qué no actuaron cuando [Felipe] Calderón de esa manera?, ¿por qué callaron cuando se ordenaron las masacres, cuando se puso en práctica el mátalos en caliente, cuando se decía a los altos mandos del Ejército ‘ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos’?, ¿por qué esa hipocresía?”

Más adelante, después de que el publicista Carlos Alazraki, en una emisión de Atypical Te Ve, canal de YouTube creado por el publicista judío, junto con la periodista opositora Beatriz Pagés y el analista político Javier Lozano, afirmó que pasan “cosas muy raras” en el Aeropuerto Felipe Ángeles, señalando que hay aviones venezolanos cargados ciudadanos de esa nación quienes ingresan a México sin pasar migración. “Estamos llenos de ilegales, de gente sin documentación y no sabemos qué vienen a hacer a México”, puntualizó.

Ante ello, López Obrador calificó de hitleriano a Alazraki y recordó que, aunque Hitler, Musolinni, Franco y Stalin no estén con vida, sus tácticas sí y señaló que un claro ejemplo de eso es el publicista, comentarios que molestaron a la comunidad judía.

Sin duda, el presidente cada día agrega a su lista más enemigos, no simplemente adversarios políticos, pero ello tendrá consecuencias. Por ejemplo, no ha considerado que la Iglesia puede responderle de diferentes formas. Recuérdese que en las misas muchos sacerdotes pueden inducir a los feligreses a criticar a determinado político o partido, incluso a votar en su contra, que puede suceder con Morena y, ante ello, no existe una gran defensa.

Otra consecuencia es que estas confrontaciones deterioran la “popularidad” presidencial de manera constante. Si bien, en diferentes encuestas lo ubican entre el 50% y 60%, son cifras menores a las registradas al inicio de su gobierno y, recuerde, le faltan dos años de gobierno y esos índices podrán bajar aún más y, con ello, el triunfo de Morena en 2024 no es seguro.

¿Se han dado cuenta de que Andrés Manuel López Obrador ya no presume en sus mañaneras que ganó las elecciones presidenciales con el respaldo de más de treinta millones de votos? Probable e inconscientemente admite que ha perdido mucho de ese respaldo, por lo cual, de no cambiar sus políticas y estrategias sociales y de seguridad, aumentarán las inconformidades, traduciéndose en un repudio a él y a su gobierno.

 

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